Factibilidad política

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La factibilidad política permite a una empresa analizar si se podrán mantener los compromisos debidos a los convenios internos firmados con los diferentes agentes implicados.

Por tanto, en este caso estamos ante una factibilidad que se centra en acuerdos internos de la empresa.

Por ejemplo, los que esta lleva a cabo con empleados, sindicatos o accionistas. También los relacionados con aspectos religiosos o culturales y los diferentes protocolos de actuación.

Importancia de la factibilidad política

Los contratos internos firmados por una empresa son esenciales para su imagen. Estos forman parte de sus diferentes políticas, de ahí el nombre, y dicen mucho sobre su seriedad y honestidad. Una empresa que respeta sus acuerdos es fiable y esto va a repercutir en su reputación y al final, también lo hará en su rentabilidad.

Por otro lado, muchas compañías están “en el ojo del huracán” de la prensa. Llevar a cabo este tipo de buenas prácticas puede suponer la diferencia entre una noticia positiva o negativa. Así, este tipo de factibilidad toma especial relevancia y más aún con Internet.

Fases para analizar la factibilidad política

Las fases para analizar la factibilidad política son similares a los de otras como la operativa o la técnica. Eso sí, en este caso hay que centrarse en los acuerdos internos de la empresa con los diferentes agentes implicados.

  • En primer lugar, hay que tener una reunión. Conviene que, además de las personas a las que afecten dichas políticas, esté el responsable de las relaciones públicas o el asesor jurídico. Este último puede resolver posibles dudas legales que surjan. 
  • Una vez obtenida la información pertinente hay que preparar un informe. Este debe ser detallado y conciso e incluir un apartado dirigido a los medios. Es importante que se conozcan nuestras buenas prácticas y cumplimientos de acuerdos. 
  • Por supuesto, hay que enviar este informe a la dirección general. Esta analizará los diferentes aspectos del mismo y comprobará su viabilidad económica. Este punto es el más importante, solo debemos comprometernos a aquello que podamos cumplir.

Ejemplo de factibilidad política

Imaginemos una empresa que quiere habilitar una guardería para los hijos de los empleados.

Esta ayuda conlleva una serie de pasos, entre ellos los legales. Hay que hablar con los implicados, con los sindicatos, con aquellos que gestionarán dicha guardería. La figura muestra el proceso de forma sencilla.

Como vemos, la factibilidad política permite conocer si se pueden llevar a cabo o no los diferentes compromisos.

En este ejemplo tienen que ver con la conciliación familiar y laboral. Por supuesto, la persona encargada de las relaciones públicas debe dar publicidad a este tipo de cuestiones. Que la sociedad conozca nuestra empresa siempre es beneficioso.