Economía institucional

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La economía institucional, institucionalismo o escuela institucionalista, es una corriente de pensamiento económico, que gozó de gran importancia tras la Primera Guerra Mundial, en los Estados Unidos de América.

La economía institucional basa sus investigaciones en diversas disciplinas, entre las que se encuentran la economía, la psicología, la sociología o la antropología. El objetivo de estudio de los institucionalistas, está basado en la extracción de conclusiones sobre cómo las instituciones sociales influyen, y consolidan, el comportamiento de los agentes económicos. Para la escuela institucionalista, las relaciones de mercado son un resultado de la interacción de las instituciones.

Tanto el nombre, como sus principios, se remontan al año 1919; cuando Walton H. Hamilton publicó un artículo sobre estas relaciones en la American Economic Review.

Pese a lo comentado anteriormente, el pensamiento de la escuela institucionalista se remonta al siglo XVIII, con las teorías de David Hume.

Origen de la economía institucional

La economía constitucional, nace en 1919; con la publicación de un artículo publicado por Walton H. Hamilton, en la American Economic Review. Tanto el nombre, como sus principios, figuran en dicho artículo. Sin embargo, esta escuela basa muchos de sus principios en otros autores que nos llevan más allá de dicho año.

En este sentido, nos estamos refiriendo a autores como el filósofo David Hume, quien, ya en el siglo XVIII, desarrolla e incorpora términos como la “ética de los negocios”, haciendo referencia a esa ética, como las reglas que debe cumplir el empresario y que surgen del propio conflicto de interés entre esos empresarios, la clase política, así como la opinión ciudadana.

Sin embargo, al hilo de lo comentado anteriormente, no es hasta después de la Primera Guerra Mundial cuando dicha escuela comienza a ganar relevancia en el mundo de la economía. Pues, fue tras el conflicto bélico cuando, en Estados Unidos, los primeros economistas institucionales comienzan a destacar la importancia del estudio de las conductas del ser humano y los agentes económicos, en relación con las instituciones sociales y la influencia de estas en estos.

Con el paso del tiempo, en 1975, nace lo que se conoce como la nueva economía institucional (NEI). Esta escuela, desarrollada previamente, recupera las teorías institucionalistas, popularizándolas en el ámbito académico tras ese año. Una escuela que, dicho sea de paso, centra su debate con la escuela neoclásica en el escepticismo que los institucionalistas muestran hacia el homo economicus.

Principios de la economía institucional

Los principios de la economía institucional fueron definidos por Philip Klein, uno de sus autores.

Estos principios que mencionamos son los siguientes:

  • El institucionalismo distingue netamente entre los determinantes universales de lo que es económicamente posible y los determinantes culturalmente limitados de lo que al fin y al cabo decidimos hacer.
  • El énfasis de la economía debería ponerse en la economía misma, como una entidad sociopolítica y culturalmente condicionada de la cual emergen las elecciones económicas de la sociedad.
  • Los institucionalistas ofrecen un significado de la palabra valor muy diferente del de los economistas tradicionales, quienes a menudo simplemente igualan valor con precio.
  • Centrarse en la economía antes que en el mercado implica, también, ofrecer un significado radicalmente diferente al concepto de “productividad” y al concepto relacionado de “eficiencia”.

Al margen de los expuestos, existen autores que han ido ampliando estos principios con el paso del tiempo y el desarrollo del pensamiento económico.

Campo de estudio de la economía institucional

Debemos entender el institucionalismo como una escuela de pensamiento que centra su estudio en cómo las normas de las instituciones condicionan el comportamiento del ser humano. Para los institucionalistas, las instituciones limitan la racionalidad del ser humano, produciendo en ellos actuaciones que vienen impulsadas por esas mismas instituciones sociales.

En este sentido, el institucionalismo basa sus estudios en el papel de las instituciones, los hábitos, las reglas y su evolución. Pues, aunque se omita, el institucionalismo no intenta construir una teoría general que lo abarque todo, sino distintas teorías enfocadas a los campos de estudio que estos abarcan.

Sin embargo, existen otros fenómenos complejos que son abordados con un número limitado de conceptos comunes y herramientas teóricas específicas. Esto produce múltiples niveles y tipos de análisis, que se vinculan y permiten intersección entre lo particular y lo general.

Para ello, el institucionalismo se basa en investigaciones antropológicas, sociológicas y psicológicas referentes al comportamiento de los individuos. Estas buscan encontrar los hábitos propios de los mismos y cómo estos hábitos son consolidados por instituciones sociales concretas.

Autores institucionalistas más destacados

Entre los autores institucionalistas más destacados conviene señalar los siguientes:

  • Thorstein Veblen.
  • John R. Commons.
  • Simon Kuznets.
  • Arthur Robert Burns.
  • John Kenneth Galbraith.
  • Adolf Berle.
  • Clarence Ayres.

La nueva economía institucional (NEI) es una escuela de pensamiento económico que surge en 1975, en Estados Unidos. Sin embargo, dicha escuela es, al igual que ocurre con otras escuelas, el rescate de unas teorías que, ya en 1930, comenzaron a ganar relevancia a través del institucionalismo. Recibe su nombre por el hecho de que centra sus principios en la economía constitucionalista.

Dicha escuela comienza a ganar relevancia tras el año 1975, cuando consigue popularizar sus teorías en el mundo académico. 

Sus teorías se muestran en contra de los postulados de la escuela neoclásica, debido al rechazo de los institucionalistas del homo oeconomicus; para lo que propone modelos que, bajo su consideración, son mas realistas y complejos.