Economía del bien común
La economía del bien común (EBC) es un modelo económico, político y social que se basa en el respeto de la dignidad humana, la solidaridad, la democracia y la sostenibilidad ambiental
En 2010, Christian Felber y compañeros empezaron en Austria el movimiento «economía del bien común» como un modelo económico y social construido mediante el diálogo y la democracia.
Este movimiento se presenta como una alternativa del tipo «tercera vía» entre el capitalismo y el socialismo. Aunque parte de unos principios rectores, el modelo está abierto al debate teórico y a las estrategias prácticas para implementar una economía distinta.
¿Qué problemáticas identifica la EBC?
Los principales problemas que identifica la economía del bien común en el sistema económico actual son:
- Contradicción de valores entre la economía y la sociedad. El paradigma actual en economía es de lucha feroz, competencia salvaje y egoísmo avaricioso.
- La economía no está orientada al bien común, tal como aparece de forma explícita en las constituciones de los países.
- El éxito económico de las empresas se mide en su balance financiero y el de los países en el producto interno bruto (PIB). Sin embargo, estos dos indicadores son monetarios: importa el medio (el dinero), pero no del fin de la economía (el bienestar social).
- Aquellas empresas o países que apuestan por el bien común (defienden los derechos humanos, la diversidad cultural, el desarrollo sostenible) tienen dificultades en la competencia nacional e internacional porque apostar por el bien común es más costoso.
- Graves desigualdades económicas, tanto en ingreso como en riqueza, lo cual genera precariedades en la satisfacción de necesidades básicas de los más desfavorecidos.
- El mercado financiero -en especial el sector bancario- acumula gran poder, pues obtienen grandes márgenes de utilidad al cobrar altas tasas de interés por los préstamos y pagar bajas tasas por los depósitos.
- Problemática monetaria mundial: inestabilidad financiera a causa de la excesiva especulación, choques en flujos de capital, problemas de balanza comercial y balanza de pagos.
- Algunas empresas y países enteros han alcanzado y mantienen su competitividad basados en sus bajos salarios, mínimas regulaciones medioambientales y precarización laboral. El debate no está tanto entre liberalizar o no el comercio, sino entre comercio ético y no ético.
- El medio ambiente cada vez está más dañado. Se estima que, si no hacen los esfuerzos necesarios para detener y contrarrestar la catástrofe medioambiental, en 2100 la temperatura global se habrá incrementado en 4°C.
- La democracia está en crisis, porque sólo se ha implementado la democracia representativa. Y en los últimos años, las personas no se sienten identificadas ni representadas por quienes los gobiernan. Esa es una de las causas que posibilita el ascenso de populistas tanto de izquierda, como de derecha.
¿Qué propone para solucionarlas o aminorarlas?
La economía del bien común no sólo critica estas situaciones negativas, sino que propone alternativas para solucionarlas:
- La EBC se basa en los mismos valores que hacen florecer las relaciones sociales: la confianza, la solidaridad, la armonía, la cooperación.
- La EBC pretende que se haga realidad el mandato constitucional del bien común.
- El éxito económico debe pasar de ser un indicador monetario a ser un indicador social. Se debe transitar del PIB al producto del bien común, a nivel macroeconómico (economía nacional) y transitar de los estados financieros al balance del bien común, a nivel microeconómico. Un indicador que ya se está se está implementando es el Índice de Progreso Social.
- Las empresas que obtengan mejores puntajes en sus balances del bien común y los países con mejores resultados en el producto del bien común deberán tener ventajas. Por el contrario, quienes no respeten los derechos humanos o destruyan el medio ambiente se encontrarán con mayores dificultades.
- La desigualdad en el ingreso y en la riqueza será limitada. El ingreso máximo no podrá ser más de cierto múltiplo del ingreso mínimo y se gravarán las herencias. Los porcentajes exactos serán definidos en asambleas comunitarias democráticas.
- Un bien democrático clave es el banco democrático. Democrático porque ofrecerá cuentas corrientes gratuitas, mantendrá seguros los depósitos y las tasas de interés fomentarán la actividad económica.
- En concordancia con la propuesta de John Maynard Keynes, se establecerá una cooperación monetaria y comercial a nivel global, a través de una Clearing Union.
- Se apostará por el comercio ético. El debate no está entre poner o quitar aranceles, sino en que el comercio sea un instrumento eficaz para lograr metas más elevadas, como la defensa de los derechos humanos y la transición a la producción sostenible.
- Las empresas y hogares tendrán el nuevo objetivo de reducir su huella ecológica, con el fin de custodiar la supervivencia en nuestro planeta Tierra.
- La democracia directa complementará a la democracia representativa. En la mayoría de las constituciones se establece que la soberanía reside en el pueblo. Haciendo valer este derecho, los ciudadanos podrán controlar y vigilar áreas claves de la economía y la política.
Líneas clave de aplicación
La economía del bien común es una alternativa concreta y viable para organizaciones privadas y públicas de distintos tamaños y formas jurídicas que busquen el éxito empresarial mediante los valores del bien común.
El movimiento de la economía del bien común es una iniciativa que llama a la transformación pacífica del sistema actual a partir de acciones individuales y colectivas a lo largo y ancho del mundo.
Desventajas de la EBC
El concepto de «bien común» es muy problemático porque cada persona tiene una definición distinta de «bien» y es imposible llegar a un acuerdo para coincidir en todo lo que ello significa. Según sus mismos principios, la EBC definiría el «bien común» dependiendo de lo que decidan la democracia, es decir, las mayorías. Convirtiéndose así en un modelo teleocrático que impone a sus miembros lo que deberían buscar y hacer.
Además, no propone indicadores económicos alternativos que sean generalizables para todas las empresas y países en el corto plazo. Este modelo tiene relación con la economía del decrecimiento, que va en contra de los postulados básicos del crecimiento económico: la acumulación y la productividad.
Finalmente, cabe destacar que la tragedia de los comunes es un fenómeno observado en múltiples escenarios. Y se concluye que si no hay derechos de propiedad privada claramente definidos, el bien (como un río, un bosque, un parque, un banco) quedarán a merced de todo el que lo quiera usar y se tenderá a la sobre-explotación.
Referencias:
Felber, C. (2012) La economía del bien común. Barcelona: Deusto.