Day trading

En otras palabras, el inversor persigue beneficiarse de los cambios de precio de los distintos instrumentos financieros en el día, por medio de la compra y venta de los mismos.

En español, esta estrategia de trading recibe también la denominación de trading intradía.

Dentro del ámbito de las inversiones, el day trading está consolidado como una práctica inversora ampliamente desarrollada, especialmente entre pequeños y medianos inversores.

Mediante esta práctica, el agente opta por finalizar cada jornada de trading sin mantener abierta su posición inversora. Así evita posibles distorsiones del mercado en el espacio horario nocturno y se reducen riesgos. Las decisiones se toman durante el día, quedando fijadas antes del cierre del mercado.

La modalidad inversora del day trading supone la puesta en práctica de diversas actitudes o pautas de inversión como las siguientes:

• Protagonismo del corto plazo: Los gráficos empleados con los que operan se identifican con periodos cortoplacistas, comprendidos entre los cinco y diez minutos.
• Aversión al riesgo: El day trading es empleado habitualmente por inversores que buscan evitar riesgos financieros, observando el día a día de la coyuntura económica y tomando decisiones de inversión ajustadas al mismo.
• Carácter de anticipación: El trader volcado en lo diario observa los cambios del día a día para tratar de aprovechar oportunidades de inversión mediante la anticipación.
• Experiencia y conocimiento: La práctica del day trading exige a los profesionales inversores amplios conocimientos de la deriva de los mercados bursátiles para diseñar sus estrategias. Esto es debido al carácter volátil y cambiante de dicho sector.

La modalidad day trading abarca operaciones bursátiles tanto de compra como de venta de todo tipo de activos financieros. De este modo, es habitual su puesta en marcha por parte de inversores centrados en elementos como divisas, renta variable cotizada y toda clase de instrumentos.

Con el auge y crecimiento potencial de las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito financiero, la práctica del day trading ha logrado una posición predominante.

Este hecho responde a la mayor facilidad de acceso a información inversora y de participación tecnológica en los mercados bursátiles.

La expansión de Internet y el desarrollo de elementos comunicacionales como dispositivos electrónicos (sistemas informáticos, tabletas, telefonía móvil avanzada, etc) ha motivado potencialmente este punto.

Como se ha indicado, las operaciones de corto plazo son fáciles y ágiles de tomar y ejecutar en mercado de este modo.

En ese sentido, una práctica antes exclusivamente desarrollada por traders profesionalizados e inversores institucionales, actualmente puede ser realizada por inversores de tipo minorista.