Costes del almacenamiento

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Los costes de almacenamiento son todos aquellos en los que debe incurrir la empresas para mantener sus existencias en un depósito.

Es decir, el coste de almacenamiento es que el que se relaciona directamente con la tarea de resguardar el stock de mercadería en un determinado espacio.

Los costes de almacenamiento son variados y pueden ser fijos o variables. Estos últimos aumentan o disminuyen en función a la cantidad de mercancía depositada.

Tipos de costes de almacenamiento

Los tipos de costes de almacenamiento son:

  • Costes de infraestructura: Son fijos. Nos referimos a aquellos derivados del espacio físico donde se almacenan las existencias. Nos referimos al alquiler (o depreciación en caso sea propiedad de la empresa) del edificio y/o de sus instalaciones (como herramientas, sistemas de almacenaje y software) , gastos de mantenimiento, seguros, impuestos y gastos financieros (si se ha recurrido a financiamiento para solventar estos costes).
  • Costes de gestión: Son fijos y variables. Así, engloba aquellos costes destinados a la administración del almacén, sin incluir aquellas tareas de manipulación de las existencias. Incluye al personal indirecto (incluyendo todos los costes laborales como la Seguridad Social), material de oficina y servicios públicos (agua y electricidad).
  • Costes de operación: Son variables y corresponden a la manipulación de la mercadería. Aquí entra el personal que trabaja directamente el transporte y depósito de los productos (incluyendo todos los costes laborales como la Seguridad Social), materiales diversos, gastos de mantenimiento de los equipos, seguros, gastos por obsolescencia (en caso de que se acabe la vida útil de parte de las existencias).

Asimismo, cabe señalar que pueden surgir otros costes, como aquellos derivados de roturas, daños o registros erróneos de las existencias.

Factores que influyen en los costes de almacenamiento

Entre los factores que influyen en los costes de almacenamiento destacan:

  • Variedad de productos y cantidad por cada uno.
  • Dimensión y vida útil de las existencias. Así, la gestión deberá ser más diligente en caso de bienes perecederos.
  • Estacionalidad. En algunos sectores, la demanda se incrementa de manera muy significativa en ciertos periodos del año.
  • Localización. Esto, debido a que si el depósito se ubica en una zona alejada de la ciudad probablemente el alquiler sea menor que en un lugar céntrico de la ciudad el cual es más demandado.