Contrarian
El concepto de contrarian alude a una inversión o inversor cuya característica principal es situarse en dirección opuesta al sentimiento general del mercado.
Es decir, aquellas inversiones que consisten en vender cuando todos quieren comprar. O, que consisten en comprar cuando todos quieren vender.
Cuando hablamos de la palabra contrarian podemos referirnos tanto al inversor como a la inversión. De tal manera que:
- Inversor contrarian: Es un inversor que se caracteriza por tomar posiciones (largas o cortas) en contra del pensamiento de la mayoría de inversores.
- Inversión contrarian: Son las inversiones que realiza, normalmente, los inversores contrarian. Sin embargo, cabe destacar que el hecho de hacer alguna inversión contrarian no indica necesariamente que seamos inversores contrarian.
¿Cómo saber si una inversión es de tipo contrarian?
Sobre el papel es relativamente sencillo. Es decir, simplemente siguiendo la definición podemos deducir lo que es y lo que no es. No obstante, llevado a la práctica es más complejo.
Para saber si una inversión es contrarian no podemos basarnos en percepciones sobre lo que otros creen, tenemos que saber lo que otros piensa. Esto es algo francamente difícil. Sin embargo, existen algunos indicadores que lo estiman bastante bien. Por ejemplo:
- All Investor Sentiment Survey: Es una encuesta realiza a inversores de Estados Unidos desde 1987
- VIX: Es un índice de volatilidad. A mayores valores del índice, mayor volatilidad. Esto se interpreta como mayores índices de miedo. Al contrario, menores valores del índice se relacionan con tranquilidad.
Existen otros indicadores para medir el sentimiento de mercado. Pero estos dos, sin duda, son los más conocidos en el mundo bursátil.
Cómo invierten este tipo de inversores
Que un inversor invierta en contra del sentimiento general de mercado, no quiere decir que siempre lo haga. Por ejemplo, si el 70% cree que la bolsa subirá y el 30% cree que caerá. No tiene por qué situarse en contra.
Normalmente, se basan en valores extremos. Por ejemplo cuando el 90% cree que la bolsa será alcista y solo el 10% será bajista. Y, además, todo esto le coincide con su análisis bursátil, entonces invierte.
Es muy poco frecuente, y poco recomendable, que un inversor tome sus decisiones de inversión con base en lo que otros piensan. Lo habitual es que esta idea de inversión sea más un complemento que un elemento principal.