Consumo defensivo

2 min

El consumo defensivo es una modalidad de inversión dirigida a la compra de activos relacionados con empresas y productos poco afectados por cambios inflacionarios.

Por medio de la inversión en consumo defensivo, los traders buscan rentabilidad estable y segura en mapas económicos marcados por la volatilidad de los precios de los bienes.

Así, la práctica de inversión en consumo defensivo responde a la búsqueda de muchos inversores por oportunidades en sectores económicos marcados por la estabilidad.

Es decir, el objetivo es localizar aquellos sectores o ámbitos potencialmente rentables independientemente de los cambios económicos o los cambios en las preferencias de los consumidores.

La inversión en sectores de consumo defensivo estará, por tanto, marcada por la compra y venta de acciones de aquellas empresas que cumplan dichas características de no volatilidad.

Relevancia de la inversión en consumo defensivo

En fases de transición inflacionaria, las decisiones de inversión pueden dirigirse o enfocarse a activos con capacidad adaptativa a la volatilidad de precios.

Por este motivo, se entiende en el ámbito de la inversión esta práctica como un modelo para paliar los efectos de los ciclos económicos y lograr la consecución de ganancias continuadas en el tiempo pese a la deriva de la coyuntura económica.

En definitiva, se trata formalmente de una estrategia de inversión con carácter conservador.

Características principales de los valores de consumo defensivo

Como se ha indicado anteriormente, la inversión en este tipo de activos financieros persigue rentabilidad continua dado un perfil inversionista conservador.

Por ello, se aprovechan los rasgos de los sectores de consumo defensivo:

  • Carácter no cíclico: Se persigue la inversión en empresas que no experimenten importantes variaciones procedentes de los ciclos expansivos o contractivos de la economía.
  • Estabilidad: Estas compañías deben ser consideradas en los mercados como valores seguros y estables desde el punto de vista inflacionario. Es decir, con poca volatilidad de precio.

Ejemplos cotidianos de bienes de consumo defensivo

Existen determinadas compañías con destacada capacidad para trasladar los vaivenes de los mercados a sus clientes. De este modo, soportan el riesgo de volatilidad de precios sin temor a reducir sus volúmenes de ventas.

Esto sucede porque habitualmente operan en términos de demanda inelástica: independientemente del precio que establezcan seguirán vendiendo su producto.

Así sucede en productos denominados como de primera necesidad: materias primas, combustibles, medicamentos o productos destinados a la higiene personal.

Ejemplo destacado son las denominadas como utilities y el sector sanitario, cuyo empleo es recurrente independientemente de la tendencia macroeconómica que se esté atravesando.