Capitalismo financiero

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El capitalismo financiero es una corriente económica caracterizada por la predominancia de las entidades financieras y bancarias en el mapa económico mundial. Su actividad es centro y nexo de unión de la política socioeconómica a nivel global.

Se consolida en la tercera fase de la evolución del movimiento o sistema capitalista. Por ello su origen se sitúa en la primera mitad del siglo XX dentro de un entorno industrial y tecnológico en acentuado crecimiento.

Es decir, se trata del aspecto capitalista predominante en las últimas décadas y correspondiente a lo que se conoce como la Tercera Revolución Industrial

En otras palabras, el modelo de capitalismo industrial anterior queda relegado a sectores productivos puros y se aborda la aparición de nuevas formas de negocio y la evolución de algunas ya existentes previamente, como la banca.

En lo referente al entorno sociopolítico, la predominancia del papel imperialista de las potencias mundiales facilita la proliferación del capitalismo financiero. Gran responsable de ello es el papel colonial de Gran Bretaña y su presencia en Oceanía o India. 

Origen del capitalismo financiero

En los comienzos del pasado siglo las instituciones y entidades bancarias y financieras adquirieron un protagonismo y una relevancia en el mapa sociopolítico y económico. 

Su papel como agentes a nivel macroeconómico se convirtió en la red sobre la que se sostuvo el resto de actividades económicas, gracias en parte a un entorno cada vez más globalizado.

La necesidad de conectar distintos elementos económicos en todo el mundo y aportar seguridad y viabilidad a sus conexiones comerciales o monetarias ayudó a consolidar este modelo. 

Al mismo tiempo el protagonismo de las industrias como motor económico de los países fue poco a poco sustituido (o por lo menos complementado) con el surgimiento de nuevas formas de negocio más enfocadas en préstamos, créditos bancarios y el mayor peso del comercio entre naciones. 

Rasgos destacados del capitalismo financiero

Las características principales que definen esta fase del capitalismo se centran en los siguientes aspectos a tener en cuenta:

  • La economía global está basada y controlada por la banca y el entorno financiero mundial. De hecho, muchas industrias pasan a la propiedad y el control de entidades de crédito e inversión.
  • La conexión cada vez mayor entre países y la aparición de nuevas comunicaciones facilita interconexión entre territorios (medios de transporte más veloces, mejora de líneas telefónicas, ferrocarril, vuelos transoceánicos…)
  • Surgen agentes transnacionales como son las empresas y organizaciones multinacionales. Al tiempo nacen los primeros holdings corporativos y la bolsa de valores, se establece prácticamente en todo el globo.
  • Surgimiento y evolución de múltiples productos financieros y medios de pago como elementos de mejora del comercio y la economía internacional.
  • Los tipos de interés se sitúan como elementos de vital importancia en los negocios, así como la evolución de los tipos de cambio entre distintas divisas.
  • Estos puntos supusieron la expansión de otro modelo como el monopolio. Las grandes entidades acumularon propiedades de capital creando realidades monopolísticas burguesas e incluso oligopolios en determinados sectores.