Capital de trabajo
El capital de trabajo es una magnitud contable referida a aquellos recursos económicos con los que cuenta una empresa dentro de su patrimonio para afrontar compromisos de pago en el corto plazo y relacionados con su actividad económica.
En un esquema contable simple, el concepto de capital de trabajo se centra en los recursos de capital con los que una empresa determinada puede contar en el corto plazo para operar. Es decir, aquellos capitales comúnmente utilizados en la actividad económica diaria que la firma realiza.
Estos recursos propiedad de la sociedad son el dinero en efectivo, la cartera de productos financieros y otras inversiones realizadas por la empresa.
Por ello, el capital de trabajo suele identificarse con el concepto de activo corriente dentro del balance general. A su vez, es frecuente que el concepto de capital de trabajo sea identificado con el de liquidez de una organización.
Debemos recordar que las empresas usualmente deben cubrir en el corto plazo requerimientos de insumos o materia prima, pago a los trabajadores, reposición de activos, entre otros. De otro modo, no pueden seguir operando.
Para cumplir con lo anterior, se necesitan recursos líquidos, es decir, que se puedan transformar rápidamente en (o que sean) dinero en efectivo.
Es por ello que cuando hablamos de capital de trabajo se suelen descontar las deudas que están próximas a vencer. De esta forma el capital de trabajo neto se calcularía como el activo corriente menos el pasivo corriente de la empresa.
Características principales del capital de trabajo
Los recursos empleados por una empresa en particular para hacer frente a compromisos propios de su labor productiva conforman el capital de trabajo.
De ese modo, toda sociedad cuenta con distintas cuentas contables destinadas a favorecer o posibilitar el abastecimiento de insumos para poner en marcha su actividad, posibilitando el funcionamiento habitual de una compañía.
La compra de materias primas o el pago de salarios precisan en este punto de capacidad de pago instantáneo por medio de dinero u otros instrumentos monetarios similares de pago en corto plazo.
Cálculo del capital de trabajo
Como veíamos arriba, para calcular de la forma más objetiva el capital de trabajo se debe restar el activo corriente menos el pasivo corriente de la firma. A esto le conoce como capital de trabajo neto.
Cabe señalar que el activo corriente es aquel comprendido por efectivo (en la cuenta de caja y bancos) y aquellos valores que pueden transformarse con facilidad en dinero. Nos referimos a las cuentas a cobrar a los clientes (con plazos menores a un año) y a las existencias, por ejemplo.
Asimismo, el pasivo corriente comprende todas las obligaciones con las que debe cumplirse en el corto plazo. Por ejemplo, tenemos las deudas con los proveedores que deben cancelarse en treinta días.
Ejemplo de capital de trabajo
Para entender mejor el concepto de capital de trabajo, podemos utilizar un ejemplo. Imaginemos que una empresa presenta las siguientes cuentas (todas medidas euros):
- Caja/Bancos: 4.000
- Existencias: 5.000
- Cuentas por cobrar a corto plazo: 6.000
- Maquinaria y equipo: 10.000
- Terrenos: 25.000
- Cuentas por pagar a corto plazo: 10.000
- Cuentas por pagar a largo plazo: 16.000
- Patrimonio: 24.000
Entonces, para estimar el capital de trabajo neto, primero calculamos el activo corriente que comprendería caja/bancos, existencias y cuentas por cobrar a corto plazo, sumando:
4.000+5.000+6.000= 15.000 euros
Asimismo, el pasivo corriente comprendería solo las cuentas por pagar a corto plazo (10.000 euros), por lo que el capital de trabajo neto sería:
15.000-10.000= 5.000 euros
Importancia del capital de trabajo
Es importante destacar que una empresa puede contar con un capital contable alto y no poseer al mismo tiempo con un capital de trabajo similar. Sucedería también el caso contrario. Esta no dependencia tendrá que ver con la conformación o la estructura de los activos y los pasivos de la compañía.
Por ejemplo, puede que una compañía cuente con gran cantidad de bienes inmuebles dentro de su patrimonio, pero no puede hacer frente a pagos varios a corto plazo al no disponer de retornos constantes dinerarios. Lo anterior es común en tiempos de crisis o faltas de liquidez.
Entonces, puede deducirse que esta magnitud (capital de trabajo) es especialmente importante en empresas con naturaleza comercial y con necesidad de disponer (debido a su actividad habitual) de medios de pago a corto plazo por la entrada y salida constante de inputs y outputs.