Banca Islámica

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La banca islámica es una alternativa a la banca tradicional, caracterizada por participar en los mercados bancarios y financieros siguiendo estrictamente la doctrina o ley musulmana.

Por medio de los principios de la banca islámica, la población musulmana de diversos países establece un modo de hacer banca coherentemente con su forma de vida y su fe.

Si bien su modelo de negocio pasa por el tradicional sistema de entrega de crédito y recepción de depósitos por parte de sus clientes, presenta peculiaridades determinadas por el seguimiento de la ley islámica.

Esto responde a su apuesta por integrar valores socioculturales y creencias religiosas en su modo de hacer economía.

En la actualidad coexisten más de un centenar de bancos y entidades financieras que siguen esta doctrina, los cuales operan en decenas de países tanto en Asia como África especialmente.

Origen de la Banca Islámica

La aparición de importantes recursos petrolíferos o de gas en zonas geográficas cercanas al Golfo Pérsico provocó la creación de los actuales Estados en la zona.

De ese modo, las principales familias de dichos territorios lograron hacerse con relevantes explotaciones minerales y de petróleo. Ello, durante las primeras décadas del siglo XX y tras fenómenos como la descolonización por parte de las principales potencias económicas y políticas del mundo. 

Como consecuencia, las familias reales y múltiples oligarcas musulmanes adquirieron grandes fortunas. Fortunas que destinaron a la creación de entidades bancarias y financieras a través de las cuales operar.

Principios básicos de la Banca Islámica

La práctica de la banca en poblaciones musulmanas consiste en el seguimiento estricto de dos líneas principales:

  • Prohibición de préstamos o créditos con tipos de interés.
  • Prohibición de la aceptación de dinero.

Ambos puntos suponen el alejamiento de posibles comportamientos de usura, que desde su punto de vista y de sus creencias es algo pecaminoso.

En ese sentido, siguen la idea de que el dinero es únicamente un objeto de intercambio de otros bienes y no debe generar valor por sí mismo.

Principales rasgos de la Banca Islámica

Frente a posturas económicas y bancarias más ortodoxas y cercanas al capitalismo actual, la banca islámica asume algunas características propias que la definen:

  • Seguimiento de los postulados islámicos: La sharía se conforma como el eje central de los postulados de la banca islámica. Es decir, se trataría de una banca guiada doctrinalmente.
  • Importancia moral: Al aunar fe y economía, los economistas pertenecientes a este fenómeno persiguen un determinado equilibrio ético.
  • Prohibición de tipos de interés: Atendiendo a su doctrina, la aplicación de tasas de interés que aumenten un principal prestado no es válido.
  • Motivación no especulativa: La banca islámica se aleja de mercados financieros especulativos, así como de bolsas de valores y muchas otras prácticas que practiquen el crédito.
  • Crecimiento reciente: Aunque durante siglos, los preceptos del Islam han influido en el comercio o las finanzas, es a mediados del siglo pasado cuando el fenómeno de banca islámica comienza a adquirir mayor relevancia.
  • Adaptación y homologación: Los bancos islámicos actúan en consonancia con el resto de operadores financieros a nivel internacional.
  • Enfoque energético. Debido a motivos geográficos, la mayoría de instituciones que practican esta modalidad basan su negocio en recursos minerales como el petróleo, así como las ganancias derivadas de su explotación.

Todos estos puntos se engloban en la relación entidad y cliente que esta tendencia ejemplifica. Frente al modelo tradicional de deudores y acreedores, la banca islámica aboga por relaciones bilaterales a modo de socios de proyectos.

Según establece su fe, el riesgo debe ser compartido solidariamente por ambas partes a la hora de afrontar un determinado negocio o inversión.

Relevancia de la Banca Islámica

El desarrollo de un mundo más globalizado ha facilitado el encaje de nuevas visiones económicas y financieras en el espectro mundial.

Dentro de ellas, la banca islámica ha adquirido una destacada relevancia frente a los conceptos bancarios tradicionales o más canónicos.

Especialmente en los países de Oriente Próximo esta tendencia financiera impera. Ello, debido a que los principales bancos u órganos de índole económica siguen sus directrices y planteamientos básicos.

De este modo, importantes naciones como Irán o Arabia Saudí operan a nivel global bajo el paraguas de esta tendencia económica.