Autofinanciación

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La autofinanciación o financiación interna es cuando la empresa utiliza solo los recursos provenientes de su propia actividad para realizar inversiones. Es decir, se prescinde de los fondos externos.

Dicho de otra forma, autofinanciación significa no solicitar mayores créditos bancarios ni más aportes de los accionistas.

Tipos de autofinanciación

Existen dos tipos de autofinanciación:

  • De mantenimiento: Consiste en generar recursos que permitan mantener la capacidad productiva de la compañía.
  • De enriquecimiento: Proviene de los beneficios no repartidos a los accionistas en forma de dividendos. En otras palabras, es cuando la empresa retiene ganancias con el fin de reinvertir.

Formas de autofinanciación de mantenimiento

Dentro de la autofinanciación de mantenimiento podemos encontrar dos categorías:

  • Amortización: Las maquinarias y los equipos de la compañía pierden valor de un periodo a otro. Ello, independientemente de que estén siendo o no utilizados en el proceso productivo.

A este fenómeno se le denomina depreciación. Para reconocerlo, la firma cuantifica el desgaste periódico y lo incluye como un costo de producción. Dichas deducciones irán disminuyendo en el tiempo el valor contable del activo hasta llegar a cero.

Un bien se puede depreciar totalmente, por ejemplo, en cinco años. Los descuentos que se realizan en ese plazo sirven para acumular un fondo de amortización (o amortización acumulada). Este servirá para reponer los equipos.

  • Provisiones: Son beneficios retenidos por la empresa para afrontar alguna amenaza identificada, pero que no se ha concretado aún. Los riesgos pueden ser diversos: La incobrabilidad de la deuda de un cliente, una demanda judicial, entre otros.

Cabe destacar que las provisiones son de carácter reversible. Es decir, se eliminan de la contabilidad cuando ocurre la pérdida o si desaparece el motivo.

Ventajas y desventajas de la autofinanciación

Entre las ventajas de la autofinanciación destacan:

Sin embargo, también hay algunas desventajas de la autofinanciación:

  • Puede generar conflictos con los accionistas que buscan ingresos en forma de dividendos en el corto plazo.
  • Cuando no se reparten ganancias, cae el atractivo de las acciones de la compañía ante potenciales inversores.
  • Al reducirse los gastos financieros, sube el beneficio antes de impuestos y -por ende- los tributos por pagar. En consecuencia, puede elevarse la salida efectiva de dinero de la firma.