Argumento deductivo

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Un argumento deductivo es aquel en el que la conclusión se ha construido a partir de premisas más generales. 

El argumento deductivo se genera cuando pasamos de lo general a lo particular. En él, no se genera nuevo conocimiento, sino que se refuerzan posiciones que ya se conocían con anterioridad. Y ello, debido a que la información ya se encuentra en las premisas. Al pasar de lo general a lo concreto, primero se tienen que identificar leyes, teorías o hechos generales, y, siguiendo una serie de pasos, se va concretando hasta extraer la conclusión más particular. 

La principal fortaleza que tiene este razonamiento es que la relación entre las premisas y la conclusión es muy fuerte. Ya que la conclusión extraída deriva estrictamente de lo enunciado a través de estas premisas. 

Hay que tener mucho cuidado con los argumentos extraídos mediante esta técnica. Debido a la fortaleza que existe entre la conclusión y las premisas, pueden darse por hecho conclusiones que no sean verdad, y estemos ante alguna excepción. O, de la misma forma, que haya premisas que no hayamos considerado. También podemos estar ante hechos paradójicos, dando lugar a falacias.

¿Qué es la falacia deductiva?

Como acabamos de mencionar, pueden darse falacias deductivas debido a situaciones paradójicas. Vamos a verlo a través de un ejemplo:

  • Premisa 1: Si se suben los impuestos se recauda más dinero.
  • Premisa 2: El país X ha subido los impuestos.
  • Conclusión: El país X está recaudando más dinero.

Este razonamiento puede ser falaz (o no). Si las subidas de impuestos son tan elevadas que reducen la atracción de capital exterior y la proliferación de negocios, es decir, la inversión; y, además, desincentiva el consumo, puede que el país X esté recaudando menos dinero. Dando lugar así a una situación paradójica. 

Estructura del argumento deductivo

Para construir un argumento deductivo necesitamos seguir los siguientes pasos:

  1. Encontrar leyes o pautas generales respecto al tema que queremos argumentar. 
  2. A partir de lo mencionado en el paso anterior, construimos las premisas que necesitamos. Estas estarán basadas en generalidades, y cada una de ellas deberá ser más concreta que la anterior (en el caso de que haya un buen número de ellas).
  3. Obtenemos la conclusión con base en el proceso de deducción que hemos realizado a partir de las premisas. Es necesario que haya una estricta correlación coherente en la información dada en todos los pasos. La conclusión no ha de contradecir a ninguna de las premisas.

Ejemplo de argumento deductivo

A continuación, vamos a mostrar algunos ejemplos para que, paso por paso, podamos observar esa relación de fortaleza que hay entre las premisas y la conclusión.

Ejemplo A:

  • Premisa 1: Los árboles tienen ramas.
  • Premisa 2: El manzano es un árbol.
  • Conclusión: El manzano tiene ramas.

Analizando este sencillo ejemplo, vemos que se cumplen los pasos que mencionábamos como necesarios para su construcción. La primera premisa nos dice la idea más general: el punto de partida. La segunda nos concreta algo más la idea que transmitía la segunda premisa. Y, por último, la conclusión se deriva de las premisas y no las contradice: Si los árboles tienen ramas y el manzano es un árbol, es estrictamente lógico y natural afirmar que el manzano tiene ramas. 

También vemos lo que dijimos al principio. Pues el argumento deductivo no ofrece información, sino que refuerza lo que contienen las premisas. Ya que sabíamos que el manzano era un árbol y que los árboles tienen ramas.

Ejemplo B:

  • Premisa 1: Las personas en prisión han cometido algún delito.
  • Premisa 2: Carlos está en prisión.
  • Conclusión: Carlos es un delincuente.

La relación entre conclusión y premisas es muy fuerte, puesto que, salvo error judicial, todas las personas que están en la cárcel, lo están por cometer algún delito. Así, si Carlos está en prisión, es porque ha cometido algún delito.

Diferencias entre argumento deductivo y argumento inductivo

El argumento deductivo y el inductivo presentan dos diferencias fundamentales.

Por un lado, la forma en la que se construyen. En el deductivo se pasa de lo general a lo particular. Mientras, en el inductivo, mediante el cumplimiento de ciertas particularidades, se construye una conclusión general.

Por otro lado, el deductivo no nos aporta conocimiento nuevo, sino que refuerza el contenido de las premisas. En cambio, el inductivo sí nos aporta nueva información.