Análisis de crédito

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El análisis de crédito (credit analysis) es un informe elaborado para determinar la aprobación o negación de un préstamo. El acreedor evalúa la probabilidad de que el dinero otorgado sea devuelto, considerando tanto aspectos cuantitativos como cualitativos.

Este tipo de análisis es clave para las instituciones financieras. Solo al utilizar la metodología adecuada, se garantiza que el negocio del banco sea sostenible.

De otro modo, si la entidad financiera extendiera masivamente créditos a sujetos de alto riesgo, podrían elevarse los índices de morosidad. En consecuencia, la institución podría llegar incluso a quebrar.

Elementos del análisis de crédito

Existen varios elementos a considerar en el análisis de crédito. Entre ellos, destacan:

  • Estados de cuenta: Son los registros de los últimos movimientos del solicitante en su(s) cuenta(s) bancaria(s), tanto entradas como salidas de dinero.
  • Comprobantes de ingresos: Se suelen pedir documentos recientes (boletas de pago, recibos por honorarios, etc.) que demuestren que el usuario ha recibido ingresos, por ejemplo, en los últimos tres meses.
  • Aval: El prestamista normalmente pide la declaración y la información financiera de una tercera persona que se comprometa a reintegrar el crédito en caso el solicitante no lo haga.
  • Garantía: Es un bien confiscable por parte del acreedor en caso de impago. Por ejemplo, para los créditos hipotecarios, la garantía es el mismo bien inmueble. Si el cliente no cancela las cuotas pactadas, el banco toma posesión de la vivienda.

Historial crediticio

El historial crediticio consigna el comportamiento previo de la persona como deudor(a). Por ello, es una parte fundamental del análisis de crédito.

La entidad prestadora recurre a información de las centrales de riesgo, instituciones que reúnen datos de todo el sistema financiero. De esta forma, se puede verificar si el solicitante tiene algún atraso en la devolución de un préstamo.

Cuanto mejor haya sido la conducta del deudor, este podrá acceder a mejores condiciones crediticias: Menores tipos de interés, montos más grandes de préstamos, servicios más personalizados, entre otros.

Sin embargo, vale aclarar que no solo se analiza el pasado del solicitante, sino su potencial para generar mayores ingresos en el futuro. Esto es clave, por ejemplo, para los créditos dirigidos a estudiantes.