Activo realizable

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El activo realizable es aquel conjunto de activos que tiende a convertirse en el corto plazo en un activo disponible para la empresa.

Es decir, se trata de una etiqueta contable entre el momento de venta y el de la obtención del cobro:

Luego, consiste en el proceso intermedio desde que tenemos en nuestro poder las existencias de cara a ponerlas a la venta, hasta que por esa venta el cliente nos paga y nos llega el montante a nuestra tesorería.

Características del activo realizable

Este activo se diferencia en gran parte del resto de activos, tales como el inmovilizado o la propia tesorería. Algunas de las características que hacen del activo realizable un ‘verso libre’ a nivel contable son:

  • Intangibilidad: Este activo es intangible, ya que no podemos expresarlo físicamente. Sin embargo, sí que podremos elaborar una factura o documento de reconocimiento de deuda similar que detalle cuánto se nos debe.
  • Corriente: El carácter cortoplacista del activo nos hace pensar que su pago será inminente.
  • Financiero: Dado que la mayoría de estos activos son deudas a nuestro favor con clientes, deudores u otros, su aplazamiento y el posterior pago indica que es una forma financiera de hacer frente a pagos futuros.
  • Diferido: Se trata de una partida contable que muestra un valor que se supone que vamos a recibir después de realizar una venta. Esto quiere decir que hasta que no cobremos por el bien o el servicio realizado, no podremos contar con el importe a recaudar.

Por tanto, el activo realizable será intangible, corriente, de carácter financiero y diferido. A excepción, eso sí, de algún caso que se salte alguna de las anteriores características.

Ejemplo de asiento contable de activo realizable

Un ejemplo contable en el que podríamos catalogar al activo generado en nuestra contabilidad como activo realizable podría ser el siguiente:

En este caso la cuenta ‘clientes’ es la que se categoriza como un activo realizable. El cual, se desvanecerá de nuestra contabilidad cuando cobremos la deuda creada con el anterior asiento.

Como podemos observar, el activo realizable desaparece totalmente dando lugar al cobro de la deuda en nuestra tesorería. Este asiento solo se podrá realizar cuando realmente hayamos cobrado la partida debido al principio contable de prudencia.