Accionista institucional

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El accionista institucional es un perfil inversor. Este se caracteriza por contar con una dirección de carácter profesional, que dirige las decisiones de inversión a tomar.

Las agrupaciones de accionistas institucionales a menudo invierten en conjunto, con el objetivo de conseguir beneficio para los participantes. Esto, gracias a la labor gestora de uno o varios profesionales.

Es decir, por definición, el accionista institucional destina unos fondos reunidos por sus diversos participantes, a valores que escoge en los mercados financieros. Este concepto es conocido por su denominación anglosajona, como «institutional investor». Habitualmente, se erigen como accionistas profesionales, grupos, o conjuntos de personas jurídicas.

Por otro lado, al unirse a una agrupación de este tipo, el inversionista debe tomar en consideración, entre otros puntos:

  • Mecanismos de defensa de sus intereses en el mercado y/o ante malas praxis.
  • El acceso a una dirección académica y profesionalmente más preparada.
  • Frecuentemente, el volumen alcanzado por las operaciones derivadas de la labor del accionista institucional es de gran tamaño en la economía o en el sector particular del que estuviéramos hablando.

Actores principales que ejercen la labor de accionista institucional

El papel de accionista institucional puede ser ejercido por diferentes instituciones, empresas u organizaciones. De este modo, es habitual ver a entidades de crédito, aseguradoras, gestoras o diversos fondos de inversión desarrollando esta actividad. Pueden llegar a ser parte fundamental del accionariado de una empresa.

El papel administrativo es acometido por intermediarios o gestores. Estos aportan su conocimiento y experiencia para gestionar el capital reunido por los participantes. Por otro lado, los cuales persiguen la obtención de beneficios en los mercados.

Control y gobierno de un grupo accionista institucional

A menudo, este tipo de conjuntos responden a prácticas muy similares a las de una sociedad mercantil corriente. En este sentido, gestionando su control por medio de departamentos o equipos de dirección, como consejos de administración o juntas de accionistas.

Al mismo tiempo, los accionistas participantes se preocupan de tener la capacidad de supervisar y conocer la deriva del grupo en el mercado bursátil y las decisiones de inversión que se toman.

Sectores de inversión habituales

En lo que respecta a la naturaleza de las acciones que poseen en su cartera los accionistas institucionales, es común que estas sean de tipo muy variado. Precisamente, gracias a que se trata de medianos y grandes volúmenes de inversión, pueden permitirse acometer mayores proyectos.

En la actualidad, es habitual que las acciones más populares estén relacionadas con el mercado inmobiliario o los títulos de deuda pública, como ejemplos de mayor y menor volatilidad, respectivamente.

Por otra parte, es habitual que esta inversión institucional esté enfocada más en el largo plazo que la del inversor individual o estándar.