Definición de vías de comunicación
Se denomina vía a un conducto, sendero, acceso o camino, ya sea físico o simbólico. Comunicación, por su parte, alude al proceso de trasmisión de un mensaje, que es generado por un emisor y destinado a un receptor.
El concepto de vías de comunicación se puede utilizar de dos maneras: haciendo mención a los caminos que permiten el desplazamiento de vehículos o refiriéndose al medio que permite hacer llegar un mensaje a otra/s persona/s.
Las vías de comunicación son los caminos que permiten conectar diferentes puntos, favoreciendo la circulación de distintos vehículos.
Las vías de comunicación como caminos
En el primer caso, podemos decir que las vías de comunicación son las calles, las avenidas, las rutas (carreteras), las autovías, los puentes y los túneles, por citar algunas infraestructuras que permiten que determinados transportes circulen. La idea de vía de comunicación incluye los cursos de agua que son navegables (y que, por lo tanto, permiten cubrir trayectos en embarcaciones).
Si una persona planea ir con su automóvil desde su casa hasta un estadio de fútbol, tendrá que elegir las vías de comunicación que le resulten más convenientes. Puede, por ejemplo, avanzar por una calle X hasta llegar a la avenida Y, luego continuar por la avenida Y hasta la avenida W y finalmente completar el recorrido a través de esta última vía.
Medios de contacto
La noción de vía de comunicación, por otra parte, se asocia a aquellos medios que permiten transmitir mensajes. Los conductores de un programa de televisión pueden invitar a los televidentes a hacerles llegar sus opiniones sobre un tema a través de varias vías de comunicación: un número telefónico, una dirección de correo electrónico, una página en Facebook o una cuenta de Twitter, por ejemplo; todos estos soportes son vías de comunicación.
Para conseguir que un mensaje recorra con éxito el camino que lo lleva desde su emisor hasta su receptor, es necesario tener en cuenta diversas cuestiones. No olvidemos que la comunicación es la base de la organización en sociedad, y esto se aplica a cualquier especie animal.
Aquellos sistemas y recursos que posibilitan el intercambio de mensajes pueden ser llamados vías de comunicación.
Efectividad y eficiencia de las vías de comunicación
Por lo tanto, veamos a continuación algunos de los aspectos más importantes de las vías de comunicación efectivas y eficientes:
* variedad: como se menciona en un párrafo anterior, en la actualidad los seres humanos contamos con un gran número de vías de comunicación diferentes, entre las que destacan las aplicaciones de mensajería instantánea, las redes sociales y la telefonía móvil. Cuanto mayor es la variedad, más posibilidades existen de que el mensaje llegue a destino, ya que si una de las alternativas falla se puede probar con otra;
* calidad: este punto es relativo, ya que para juzgar la calidad de una vía de comunicación es necesario ubicarse en su contexto y analizar las potenciales anomalías. Por ejemplo, mientras que una conexión cableada entre dos terminales telefónicas puede ser considerada de mala calidad si no se encuentra adecuadamente aislada o si advierten tramos demasiado deteriorados, de una aplicación de mensajería instantánea deberían analizarse su algoritmo de cifrado, la presencia de publicidad invasiva o las opciones que ofrece al usuario;
* accesibilidad: especialmente en el ámbito de las comunicaciones a través de medios tecnológicos, es muy importante considerar las posibilidades del o de los interlocutores antes de escoger o desarrollar una vía de comunicación, para que todos los participantes puedan aprovecharla. En este caso hablamos tanto de cuestiones económicas (que no se ofrezca a un precio muy alto, o bien que sea gratuita) como de salud (que no excluya a aquellos individuos con impedimentos físicos o mentales, siempre que sea posible).
Además de los tres puntos expuestos anteriormente, una vía de comunicación es efectiva cuando respeta las características y las limitaciones de su contexto, tanto a nivel social, como geográfico, económico e histórico. Para ello, es necesario partir de un objetivo claro y coherente, que se ajuste a las necesidades y no pretenda abarcar más de lo posible.