Definición de vaya
Vaya es un concepto que puede emplearse de distintas maneras. Entre sus acepciones, vaya es una conjugación del verbo ir: “Cuando vaya a tu casa, te enseñaré a usar la computadora”, “No dejes que el tío se vaya: me gustaría que se quede a cenar esta noche”, “Cuando él se vaya de la empresa, tal vez yo regrese”.
El concepto de vaya también se puede emplear como interjección (un enunciado que sirve como exclamación o apelación). Vaya puede anteponerse a un sustantivo con la intención de exagerar las propiedades positivas o negativas de la palabra en cuestión. Su efecto dependerá del contexto enunciativo y de la entonación: “¿Otra vez se quedó dormido? ¡Vaya secretario que tienes!”, “¡Vaya automóvil te ha regalado tu madre! Eres muy afortunada”, “¡Vaya cena has preparado!”.
Si tomamos el primero de los ejemplos del párrafo anterior, podríamos reemplazar la palabra «vaya» por «La verdad es que tu secretario es muy ineficiente» o «Tu secretario no hace otra cosa que calentar el asiento». Por otro lado, el tercero tiene una connotación positiva: «¡Qué plato delicioso has preparado!».
La noción, como interjección, también señala que algo genera satisfacción o amargura: “Con el cambio de sede del torneo ya no podré asistir, ¡vaya!”, “Mi papá me dijo que me comprará una nueva consola de videojuegos, ¡vaya!”, “Otra vez se cortó la luz, ¡vaya!”.
En estos casos, el término puede entenderse de formas diferentes. En el primer ejemplo, el emisor podría decir «¡Me angustia mucho no poder asistir al torneo a causa del cambio de sede!». El segundo, por su parte, podría expresar su alegría diciendo «¡Finalmente mi padre me comprará una nueva consola de videojuegos!».
Cuando la interjección está seguida por la preposición “con” y por un sintagma nominal, permite señalar la postura –a favor o en contra– del hablante respecto a lo que designa el sintagma: “¡Vaya con este perro!”, “¡Vaya con el ruido!”, “¡Vaya con el viento! No me deja dormir”.
Para continuar explorando la amplia gama de matices que puede expresar esta palabra, según el contexto en el que se encuentre y la intención que se le imprima, veamos una alternativa a cada uno de los ejemplos anteriores: «¡Este perro no aprende más!», «¡¿Cuándo dejarán de hacer ruido?!», «¡Este viento es insoportable! No me permite dormir».
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), vaya además puede emplearse para aludir a un chasco o a una burla que se da o se recibe: “Le daré una vaya a este niño”.
Por otro lado, es importante señalar que «vaya» tiene dos palabras homófonas, o sea que presentan diferencias desde un punto de vista ortográfico y semántico pero poseen el mismo sonido. En este caso, nos encontramos ante «valla» y «baya».
Una valla es una estacada construida para defender un terreno, una línea que se forma con estacas clavadas en el suelo para cerrar o señalar un sitio determinado, o bien una cartelera ubicada en la vía pública para publicitar productos o servicios. Para usar ambos conceptos a la vez, sería posible indicar a alguien que «vaya hasta la valla», por ejemplo.
Las bayas, por su parte, son frutos carnosos que presentan semillas recubiertas de pulpa; algunas de las más comunes son la uva, el pepino, el melón, la sandía y el tomate. Este término también sirve para denominar las plantas pertenecientes a la familia de las liláceas, de hojas radicales y raíz bulbosa.
Dado que la importancia de la ortografía ha decaído considerablemente en las últimas décadas, es muy probable que la mayoría de los niños desconozcan las diferencias entre los tres términos recién mencionados, y esto ocurre en muchos otros casos.