Definición de baya
Baya, procedente del francés baie, es un término que se emplea para nombrar a un fruto carnoso que dispone de pulpa, en la cual se encuentran las semillas. Por lo general las bayas son comestibles, como las uvas y los pepinos.
En las bayas, la pared del ovario se convierte, al madurar, en un pericarpio muy carnoso. Las semillas se distribuyen a lo largo de la pulpa y cuentan con uno o más carpelos.
Existen diferentes tipos de bayas, como las polibayas (bayas múltiples) y las pepónides (bayas de las cucurbitáceas). Las polibayas son sincarpos: frutos que se fusionan. Un ejemplo de polibaya es la chirimoya, que es el fruto de la Annona cherimola.
El pepino, la calabaza, el melón y la sandía, por otra parte, son bayas de las cucurbitáceas. En este caso, el mesocarpio externo y el exocarpio se endurecen dando lugar a una cáscara que permite almacenar la carne del interior por un periodo prologando de tiempo.
Desde el punto de vista de la botánica, muchas frutas de consumo habitual son bayas. El limón, la mandarina y la naranja, por citar tres casos, se consideran como bayas modificadas. Se trata de hesperidios, frutos con el pericarpio endurecido (pero no demasiado) y carne en el endocarpio. Este sector carnoso se constituye por los carpelos que se hinchan entre las paredes del ovario. Cabe recordar, como mencionamos líneas arriba, que en las bayas tradicionales la parte carnosa está formado por el pericarpio (cuyas capas son el endocarpio, el mesocarpio y el epicarpio).
Bayas de Goji y sus beneficios para la salud
Se conoce como Goji a una planta cuyo hábitat se encuentra en el Tíbet, en las montañas de gran altitud, y pertenece a la familia de la que también surge el tomate. El fruto tiene una riqueza invaluable en fibra, vitaminas, proteínas, antioxidantes, calcio y azúcares, entre otros componentes, y esto lo vuelve muy beneficioso para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Uno de los efectos de las bayas de Goji que muchos persiguen es el antienvejecimiento, el cual ya describieron los chinos en sus antiguos manuales de medicina. Se cree que el secreto de esta propiedad se encuentra en su contenido en polifenoles, carotenos, oligoelementos y polisacáridos, todos antioxidante que permiten retrasar el envejecimiento de las células.
Los antioxidantes también resultan útiles contra el estrés oxidativo, un trastorno que se produce como resultado de un desequilibrio entre la cantidad de radicales libres y antioxidantes, y que deteriora las células. Precisamente, el envejecimiento prematuro es una de sus consecuencias más evidentes, así como la pérdida de elasticidad y humedad de la piel.
La vitamina A presente en las bayas de Goji, la cual se encuentra como betacaroteno, es capaz de reducir el tiempo necesario para que el ojo se adapte a la ausencia de luz, de forma que puede aprovecharse para tratar o prevenir la ceguera nocturna. Nuestros ojos están constantemente expuestos a diversas amenazas, como ser los rayos ultravioletas; gracias a la luteína y la zeaxantina, entre otros flavonoides antioxidantes de estas bayas, es posible prevenir el daño que causan la degeneración macular y las cataratas, además de estimular la agudeza visual.
Dado que las enfermedades cardiovasculares provocan un mayor número de muertes anuales que el cáncer, es necesario tomar todas las medidas posibles para prevenirlas. En la actualidad, el estrés es casi imposible de evitar, ya que surge como resultado del sedentarismo, la mala alimentación y las exigencias de la sociedad, factores que suelen conducir a la hipertensión arterial. La baya de Goji también se recomienda para evitar este deterioro del sistema cardiovascular tan común en esta era.