Definición de túnica

Una túnica es una prenda de vestir que se caracteriza por su extensión y su amplitud. Esta vestidura, de gran antigüedad, permite cubrir desde el cuello hasta las piernas.

Es importante mencionar que el término puede referirse a distintas prendas que presentan características similares. La ropa que emplean ciertos religiosos por debajo de sus hábitos recibe el nombre de túnica, al igual que la toga o la sotana que se utilizaba en la antigüedad a modo de camisa.

En la época del Imperio romano, por ejemplo, la túnica se usaba como ropa de interior. Tanto las mujeres como los hombres recurrían a este producto, que se ajustaba al cuerpo. En la Antigua Grecia, en tanto, también contaban con diversos tipos de túnicas.

Ya en la Edad Media, era posible encontrar túnicas más o menos largas y con o sin mangas. Existían las túnicas de seda, las túnicas de lino y las túnicas de lana, entre otras, ornamentadas con diferentes decoraciones.

Actualmente el uso de la túnica es acotado. Por lo general forma parte de la indumentaria de religiosos. Para la religión católica, de hecho, la túnica tiene una gran importancia histórica y simbólica: a la Virgen María se la representa con una túnica colorada debajo del manto azul, mientras que se conoce como Santa Túnica a la prenda que lucía Jesús antes de su crucifixión.

Así como se menciona más arriba, la túnica no era la prenda exterior, sino que Jesús la usaba debajo de otras, antes de que lo desnudaran para torturarlo y, finalmente, quitarle la vida. La Iglesia católica considera la Santa Túnica y el ataque que consistió en quitarle la ropa a Jesús como símbolos importantes de su doctrina.

Cabe mencionar que en la actualidad hay más de una reliquia que podría ser la ropa que llevaba Jesús antes de la crucifixión. Las mismas se encuentran en Francia, Rusia y Alemania, y su validez se sustenta por medio de diferentes tradiciones que intentan explicar la razón de que hayan llegado allí. Por su parte, la Iglesia permite que los fieles las veneren como elementos que representan la religión cristiana, aunque nunca ha asegurado que se trate de piezas auténticas.

Esta adoración no debe enfocarse en el objeto en sí mismo, sino que debe entenderse como una pintura o una escultura, que evocan la imagen de Jesús. Ya desde la Edad Media tuvo lugar la veneración de la Santa Túnica, así como de los sitios en los que sus supuestas reliquias fueron depositadas, en una serie de peregrinaciones que incluso en la actualidad siguen teniendo lugar.

En el evangelio de Juan, se encuentra el único pasaje de la Biblia en el cual se habla de la Santa Túnica. Allí se dice que los soldados partieron los vestidos de Jesús en cuatro luego de haberlo crucificado, y que cada uno se quedó con un trozo, pero que decidieron dejar la túnica intacta y echar suertes sobre ella, para que se la llevara uno de ellos.

Hoy en día, por lo tanto, no se sabe con certeza cual de las túnicas postuladas es la auténtica, o incluso si alguna de ellas lo es. Sin embargo, para la Iglesia no importa tanto resolver este misterio como venerar el símbolo que representa. Una de las características más importantes de esta prenda es que no tiene costuras, razón por la cual la tradición cristiana la ha considerado una alusión a la unidad de la Iglesia.

Túnica, por otra parte, es el nombre de una membrana fina que recubre ciertas áreas del cuerpo humano. Además se trata de una membrana presente en determinados animales y de una especie de película que protege la carne de algunas frutas.

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