Definición de toxina
Se llama toxina al veneno que produce una bacteria, una planta o un animal. Las toxinas, por lo tanto, son sustancias cuyo origen es orgánico. Estas proteínas o moléculas pueden provocar distintos tipos de daños físicos.
Es importante tener en cuenta que los efectos de las toxinas, que actúan al ser absorbidas o simplemente al establecer un contacto, son muy variados. Algunas toxinas apenas provocan una ligera picazón en la piel, mientras que otras pueden causar la muerte en pocos minutos.
De acuerdo a su composición química, es posible diferenciar entre las toxinas glúcido-lípido-polipeptídicas y las toxinas proteicas. En el primer conjunto, a su vez, podemos reconocer a las neurotoxinas, las hemotoxinas, las miotoxinas y las micotoxinas, las cuales se definen a continuación:
* neurotoxinas: son un gran grupo de sustancias químicas exógenas (se forman en el exterior de un organismo) capaces de provocar efectos negativos en la función del tejido nervioso, independientemente de la etapa de su desarrollo. El vocablo usado para representar estas toxinas neurológicamente dañinas proviene de los términos del Griego Antiguo equivalentes a «nervio» y «toxina». Cabe mencionar que también se habla de neurotoxina para hacer referencia a compuestos endógenos que puedan dañar el sistema nervioso si se encuentran en concentraciones fuera de lo normal;
* hemotoxinas: se trata de toxinas que eliminan glóbulos rojos de la sangre (este fenómeno destructivo se conoce con el nombre de hemólisis), interrumpen el flujo de la sangre a causa de coagularla, generan un deterioro de ciertos órganos y dañan diversos tejidos. Dicho esto, es posible evidenciar que no es del todo precisa la etimología del término, ya que este tipo de toxina no sólo daña la sangre. Una herida provocada por un agente hemotóxico suele acarrear dolor y dejar lesiones permanentes. Incluso cuando se aplica un tratamiento de forma inmediata, es común que se vuelva necesario amputar el miembro atacado;
* miotoxinas: son péptidos de escaso tamaño que se hallan en el veneno de algunas serpientes, como ser la de cascabel. Un péptido, por su parte, es una clase de molécula que se forma cuando se unen varios aminoácidos a través de enlaces denominados peptídicos, es decir, los que tienen lugar entre el grupo amino de un aminoácido y el carboxilo de otro. Cabe señlar que estas mezclas presentan una gran complejidad. Las toxinas secretadas por algunas serpientes pueden destruir las células del músculo esquelético, facilitando de este modo la digestión de sus presas;
* micotoxinas: como puede apreciarse en su etimología, la cual nos remite a dos palabras del Griego Antiguo que podemos traducir como «hongo» y «veneno», las micotoxinas son producidas por el reino fungi, dentro del cual encontramos levaduras, mohos y setas. Se trata de sustancias tóxicas que pueden afectar a ciertos animales vertebrados en concentraciones relativamente bajas, y no se incluye en este grupo a aquéllas que dañan de forma exclusiva a plantas y bacterias. Aunque parezca un poco arbitrario, tampoco entran en esta categoría las toxinas de setas venenosas.
Hay que mencionar, por otra parte, que las toxinas tienen diferentes funciones de acuerdo al organismo productor. En el caso de las setas y las abejas, por ejemplo, las toxinas permiten que el organismo se defienda de los depredadores. Las serpientes y las arañas, en cambio, apelan a la producción de toxinas para atrapar a sus presas.
Tomemos el caso de las abejas. Este animal produce una toxina que inyecta a sus enemigos a través de un aguijón. Cualquier persona que haya sido picada por una abeja, por lo tanto, recibió su toxina, que provoca en el ser humano diferentes molestias
Toxina (o “Toxin”, en su idioma original) también es el nombre de un personaje de Marvel Comics y el título de una novela escrita por Robin Cook.