Definición de telgopor

Telgopor es el nombre con el que se conoce en Argentina al poliestireno expandido. Este mismo material adquiere otras denominaciones según el país: puede encontrarse como tecnopor, icopor, isopor, duropor, poliespuma, poliespan, espuma plast o corcho blanco, por citar algunas posibilidades.

El telgopor deriva del poliestireno, un polímero que se obtiene del estireno tras su polimerización. Se trata de un material de tipo plástico que absorbe impactos, resiste la humedad y no sufre ningún proceso de descomposición. El telgopor, de este modo, no es afectado por microorganismos.

Gracias a estas características, el telgopor se emplea con distintos objetivos. Muchas veces se utiliza para proteger productos que pueden romperse en caso de sufrir un golpe. Los televisores, los monitores de computadoras (ordenadores) y los teléfonos suelen acomodarse entre planchas de telgopor en el interior de las cajas. De este modo, si la caja se cae o se golpea, el telgopor reduce el riesgo de rotura para el producto en cuestión.

Debido a que no se descompone ni es atacado por microorganismos, el telgopor también se utiliza para la comercialización de alimentos frescos. Es habitual que, en los supermercados y otras tiendas, la carne y las frutas se coloquen en bandejas de telgopor y luego se cubran con un film plástico o una bolsa

Para la producción de telgopor, se utiliza un compuesto de poliestireno que cuenta con perlas de pentano u otra sustancia que puede expandirse. El poliestireno es moldeado con calor para que estas pequeñas perlas incrementen su volumen mientras se produce la plastificación del poliestireno. El telgopor finalmente adopta la forma del molde.

Es importante resaltar que es posible reutilizar el poliestireno expandido para la elaboración de nuevas planchas del mismo material, o bien reciclarlo y convertirlo en materias primas para diferentes tipos de productos. Por otro lado, también se lo puede incinerar sin riesgo, dado que posee un alto poder calorífico y solamente produce emisión de dióxido de carbono y vapor de agua si la incineración se lleva a cabo de manera eficiente. Como se menciona más arriba, el telgopor no es biodegradable; puesto en un ejemplo práctico, se cree que un producto de este material podría resistir 1000 años sin sufrir ningún cambio en su apariencia.

Así como ocurre con muchas otras palabras, tales como «dentífrico» y «pastafrola», no todos saben pronunciar correctamente «telgopor», sino que lo llaman «tergopol». Si se tratara de un término propio de nuestro idioma, podríamos estudiar su etimología para justificar la escritura correcta con raíces latinas y griegas, pero en este caso estamos frente a una marca comercial que, tal como Gillette, en Argentina pasó a ser utilizada como un sustantivo común. De hecho, se trata de un acrónimo que proviene de las siguientes tres palabras: tela de goma porosa.

Dicho esto, podemos concluir que no es correcto decir «tergopol». Por otro lado, veamos el origen de esta marca. La creó una empresa denominada Hulytego, la cual se dedicaba a la fabricación y comercialización de un gran número de productos, varios de los cuales tenían en su nombre el prefijo «telgo». En el caso particular del telgopor, hay quienes aseguran que sus últimas tres letras corresponden a «Styropor«, la marca de la materia prima que Hulytego usaba en la elaboración del poliestireno expandido.

Retomando la conjunción de las tres palabras que dio lugar a la marca telgopor, es importante señalar que el poliestireno expandido no es una tela; por el contrario, es un tipo de espuma rígida que se fabrica con estireno. Este último, por su parte, es un líquido hasta que atraviesa el proceso de polimerización, por lo cual no hay rastros en la elaboración del telgopor de ningún tipo de tela.

Definición siguiente →