Definición de biodegradable
Para poder conocer a fondo el término biodegradable, lo primero que hay que hacer es saber su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que se trata de una palabra formada por la suma de varios componentes:
-El sustantivo griego “bios”, que puede traducirse como “vida”.
-El prefijo latino “de-”, que se usa para indicar alejamiento o dirección.
-El sustantivo del latín “gradus”, que es equivalente a “grado”.
-El sufijo latino “-able”, que se emplea para advertir “posibilidad”.
El adjetivo biodegradable permite calificar a la sustancia que se puede degradar mediante el accionar de un agente biológico. Los animales, los hongos y las bacterias, por ejemplo, pueden lograr la descomposición de este tipo de productos.
Aquello que es biodegradable, por lo tanto, se degrada en condiciones ambientales de tipo natural por intermedio de un organismo biológico. La degradación supone que la sustancia en cuestión se descompone en los diferentes elementos químicos que la formaban.
Las sustancias biodegradables suelen ser usadas por microorganismos a modo de sustrato, generando energía con ellas por la respiración celular. Además les permiten producir tejidos, aminoácidos o hasta otros organismos.
Cabe destacar que la degradación puede desarrollarse por vía anaerobia (sin el uso de oxígeno) o por vía aerobia (con oxígeno). Este proceso es muy importante para la ecología ya que los materiales que no son biodegradables pueden permanecer como residuos hasta millones de años.
Mientras que las cáscaras de las frutas pueden biodegradarse en unos pocos días o en algunas semanas y el papel tarda unos meses, otros elementos no son biodegradables en el corto o mediano plazo. Una botella de vidrio puede tardar unos 4.000 años en biodegradarse, mientras que ciertos tipos de hierro demoran más de un millón de años en descomponerse.
Para el cuidado del medio ambiente, el uso de productos biodegradables es vital debido a que contribuye a minimizar el nivel de residuos y evita la permanencia de contaminación en el planeta. Hay que tener en cuenta, de todos modos, que la biodegradación anaerobia libera metano, un gas de efecto invernadero.
En concreto, podemos determinar que las principales ventajas que tienen los productos biodegradables son las siguientes:
-Tardan muy poco tiempo en desaparecer, de ahí que se reduzca de manera considerable tanto la acumulación de basura como incluso lo que es la contaminación.
-Se pueden reciclar de manera mucho más sencilla y también de forma más económica.
-Causan mucho menos daños al ecosistema que los productos que no son biodegradables.
-No interfieren en absoluto en el estado de la mala calidad del aire, del suelo o del agua.
Precisamente por las mencionadas ventajas que traen consigo, cada vez más se está apostando por hacer utilización de los productos biodegradables. No obstante, esta medida requiere su tiempo para que pueda ser mucho más real y extendida. Sin embargo, eso no quita para que, por ejemplo, desde el colegio ya se esté inculcando a los más pequeños el valor y la importancia del empleo de los citados artículos. Y es que estos repercuten positivamente en el medio ambiente y en nuestra calidad de vida.