Definición de rizoma
La etimología de rizoma nos remite a una palabra griega que puede traducirse como “raíz”. Un rizoma es un tipo de tallo que crece de manera subterránea y en sentido horizontal, dando lugar al surgimiento de brotes y raíces a través de sus nudos.
Gracias a su crecimiento indefinido, los rizomas pueden avanzar y cubrir una superficie muy importante. Es habitual que, con el correr de los años, ciertos sectores vayan muriendo, pero sin que dejen de producirse brotes en otras áreas.
Aquellas plantas que cuentan con rizomas pertenecen al grupo de las perennes (subsisten más de dos años). Pese a que los sectores superficiales se pierden en el invierno, el rizoma se mantiene y permite el almacenamiento de nutrientes a nivel subterráneo.
Es posible dividir los rizomas en diferentes fragmentos, asegurándose de que en cada uno haya al menos una yema, y luego plantarlos por separado para que se sigan desarrollando. Esto se debe a que el rizoma posibilita la reproducción asexual de la planta: a partir de un fragmento del cuerpo o de una única célula, se puede desarrollar un individuo completo mediante la mitosis.
Una posible clasificación de los rizomas se establece a partir de su ramificación y su crecimiento, de manera tal que damos con los siguientes dos grupos:
* simpodiales: son los rizomas en los cuales cada una de sus porciones surge cuando una yema axilar sucesiva se desarrolla. Las porciones también poseen lo que se denomina brotes epígeos, que se forman a partir de sus yemas terminales. Dos rizomas pertenecientes a esta clase son la Paspalum nicorae y la Sanseviera thyrsiflora;
* monopodiales: se diferencian de las anteriores en que la yema terminal promueve de manera indefinida el crecimiento del rizoma. Por otro lado, también presentan brotes epígeos, producidos por las yemas axilares. Un gran número de malezas (también denominadas yuyos, plantas indeseables o malas hierbas) responden a estas características, y un claro ejemplo es la Sorghum halepense.
El Zingiber officinale, conocido popularmente como jengibre, es un ejemplo de planta que dispone de rizoma. Éste se emplea como condimento en la gastronomía, valorándose su sabor picante y su fragancia. Se suele rayar el rizoma o exprimirlo para aprovechar su jugo.
En la filosofía, por otro lado, la noción de rizoma fue desarrollada por Félix Guattari y Gilles Deleuze para denominar un modelo epistemológico en el cual todos los elementos están en condiciones de influir en los demás. Lo presentaron en la obra teórica que titularon «Capitalismo y esquizofrenia«, publicada en dos volúmenes: «El Anti-Edipo«, en el año 1972; «Mil Mesetas«, en 1980.
El modelo del rizoma describe elementos que no se someten a una subordinación de tipo jerárquico; por el contrario, no importa la posición recíproca de dos o más elementos: cualquier predicado que se afirme de uno de ellos puede incurrir en la concepción de los demás. En otras palabras, no posee un centro, algo que lo volvía muy atractivo para la semiótica, la teoría de la comunicación y la filosofía de la ciencia y de la sociedad de su época.
El nombre hace referencia a la noción de la botánica explicada al principio del artículo, ya que en estas plantas sus brotes pueden generar ramificaciones en cualquier parte o bien convertirse en un tubérculo o bulbo, sin que importe su posición en la estructura. Dichas características sirven para explicar el sistema cognoscitivo en el cual no existen puntos centrales, o sea afirmaciones o proposiciones de mayor importancia que las demás y que se apoyen en procesos estrictos de lógica o categorías rígidas.
Los autores señalan que el rizoma se conoce también con el nombre de antifundacionalismo, dado que no existe un número de primeros principios que deriven en la estructura del conocimiento sino que todos influyen de manera recíproca y la elaboran al mismo tiempo.