Definición de rito
Rito es una palabra con origen en el término latino ritus. Se trata de una costumbre o ceremonia que se repite de forma invariable de acuerdo a un conjunto de normas ya establecidas. Los ritos son simbólicos y suelen expresar el contenido de algún mito.
La celebración de los ritos se conoce como ritual y puede ser muy variada. Algunos rituales son festivos, mientras que otros se desarrollan de forma solemne. Los rituales se llevan a cabo de acuerdo a la tradición y pueden ser dirigidos por algún tipo de autoridad (en el caso del catolicismo, los rituales son liderados por los sacerdotes).
En el catolicismo se desarrollan diferentes ritos.
Características de un rito
Los ritos varían de acuerdo a cada sociedad o cultura, pese a basarse en ciertas cuestiones comunes a toda la humanidad. Un ejemplo de esto son los ritos funerarios, que suelen desarrollarse a modo de despedida del fallecido y, en ciertos casos, para prepararlo para la próxima vida o la reencarnación.
En las sociedades occidentales, el rito funerario incluye el velatorio (un acto privado donde los familiares y los amigos del fallecido lo despiden en cuerpo presente) y el funeral (la sepultura, cremación o embalsamamiento del cadáver).
Diferentes clases de ceremonias
Otros ritos populares están vinculados a la purificación (como el bautismo), la sangre (los sacrificios), la consagración (la investidura de sacerdotes o reyes), el agradecimiento o el perdón.
Existen ritos, por otra parte, dedicados al tránsito o paso de una etapa a otra (de la pubertad a la adultez, de la soltería al matrimonio). También hay ritos de iniciación, que están relacionados con la introducción a ciertos misterios o prácticas ocultas para los no iniciados.
Un ritual es la celebración de un rito.
El rito de la momificación en vida
Durante el milenio pasado, un grupo de monjes budistas desarrolló una técnica de momificación que consistía en completar tres etapas de grandes sacrificios, cada una de mil días, para conseguir que sus cuerpos se mantuvieran luego de su fallecimiento. Su objetivo principal era alcanzar el estado más cercano a la perfección de Buda. Cabe mencionar que no todos lo practicaron y que tan solo un pequeño porcentaje de los valientes obtuvo los resultados esperados.
Veamos a continuación en qué consistía cada una de las tres etapas de este duro proceso:
día 1 al 1000: se debía adoptar una estricta dieta basada en harina de trigo, nuez moscada y frutos secos; estos últimos debían encontrarlos en las inmediaciones del monasterio, en su estado natural. El objetivo de esta primera fase era deshacerse de la grasa del cuerpo en el menor tiempo posible, dado que se trata de la materia que primero se descompone luego del fallecimiento. Como si esta alimentación no fuera suficiente sacrificio, se debía acompañar de la práctica de ejercicios físicos constantes;
día 1001 al 2000: la dieta se volvía aún más austera, limitándose a algunas raíces y cortezas. Además, se consumía un té venenoso que se elaboraba con ingredientes del árbol Urushi, cuya savia se usa en general para lacar muebles, instrumentos musicales y vajilla, entre otros productos. El efecto de dicha infusión era eliminar a los gusanos del organismo, además de envenenarlo progresivamente para prevenir la infestación luego de la muerte. Tras la ingesta del té, venían los vómitos y el nivel de fluidos corporales descendía drásticamente. Al finalizar esta segunda etapa, los monjes se veían como auténticos muertos vivientes, débiles y envenenados;
día 2001 a 3000: esta etapa consistía en ser enterrado en un cajón de madera provisto de raíces y corteza para alimentarse hasta que llegara el fallecimiento y oxigenado a través del orificio de una caña de bambú que salía a la superficie. Cada día, el monje debía hacer sonar una campana para que los demás supieran que seguía con vida; cuando dejaba de hacerlo, quitaban la caña de bambú y sellaban la caja por un período de mil días. Entonces, abrían la tumba para verificar que el rito hubiera sido llevado a cabo con éxito.
Los pocos monjes que consiguieron superar la automomificación son venerados desde entonces en sus templos; los demás recibieron un entierro honorífico, como recompensa por tantos sacrificios.