Definición de reprobación
La palabra reprobación proviene del concepto latino reprobatio y hace referencia a la acción y efecto de reprobar. Este verbo (del latín reprobare), por su parte, significa no aprobar. Por lo tanto, para comprender con precisión el significado de reprobación, hay que saber qué quiere decir aprobar.
Se trata de otro concepto que proviene del latín: approbare. Aprobar es calificar como bueno o suficiente a alguien o algo. También permite asentir a una opinión o a una cierta doctrina.
Por lo tanto, reprobar es no obtener una calificación satisfactoria; en otras palabras, no alcanzar el nivel necesario para considerar que una determinada prueba haya sido superada con éxito.
La idea de reprobación, por lo general, se utiliza en el ámbito de la educación. Un estudiante puede reprobar un examen, una materia o asignatura o, directamente, reprobar todo un año de cursada debido a su pobre rendimiento académico. En este caso, el alumno deberá repetir el año, es decir, volver a cursar todas las asignaturas para obtener las calificaciones necesarias que le permitan seguir avanzando en sus estudios.
Entre los factores que pueden llevar a que un estudiante repruebe, se encuentran la dificultad de los contenidos, la desmotivación en el estudio, la falta de comprensión de la información y la corrección subjetiva del docente, entre otros.
Se sabe, asimismo, que el sistema educativo por el cual se rige la mayoría de los institutos de enseñanza del mundo es precario y contraproducente para los alumnos. La lista de desventajas es ampliamente mayor que la de ventajas, y todos los puntos negativos influyen directa o indirectamente en el mal rendimiento académico. En primer lugar, el hecho de dictar el mismo programa para todos los estudiantes genera aburrimiento en algunos y una extrema presión en otros.
Si una persona con amor por las letras se ve forzada a resolver derivadas e integrales, muy probablemente tendrá tanto éxito como quien se pasa las tardes estudiando programación de forma autodidacta y debe leer y analizar una obra literaria del siglo XVII. Cabe aclarar, por otro lado, que si las escuelas nos brindaran una formación flexible e integradora es probable que ambos individuos sintieran interés por materias que no están directamente relacionadas con sus pasiones. El problema principal reside en que se los obliga a adentrarse violentamente en un tema y a aprender de memoria los conceptos, y el castigo por no hacerlo es muy severo y humillante.
Fuera del campo educativo, la noción de reprobación se aplica a la falta de aprobación que un sujeto le da a un hecho, cosa o persona. Por ejemplo: “Mi padre reprueba nuestro casamiento”, “Tengo la reprobación del jefe”, “El proyecto fue reprobado por los inversionistas”.
En el primero de los ejemplos recién expuestos, se trata uno de los cuadros más comunes de la reprobación fuera del ámbito escolar, y gira en torno a las relaciones paterno-filiales. Normalmente, los padres depositan muchas expectativas en sus hijos, escudados en que «no quieren que repitan sus errores» o que «desean lo mejor para ellos». Desde su perspectiva, esto puede parecer justo y admirable; pero para un hijo, no es más que un camino preestablecido que debe seguir si no quiere decepcionar a sus mayores.
Los motivos más comunes por los que los hijos suelen recibir un «no» por parte de sus padres son la decisión de estudiar una carrera artística, de no estudiar y dedicarse a trabajar o de formarse por cuenta propia. Por otro lado, el machismo ve con mal ojo que una adolescente tenga una relación con un hombre mayor a ellas, aunque también ocurre cuando no existe una diferencia de edad considerable. Por último, salir del armario frente a los padres puede acarrear la destrucción del supuesto lazo y el destierro, tanto físico como emocional.