Definición de reloj de arena
Se conoce como reloj al dispositivo que posibilita concretar una medición del tiempo, segmentándolo en diferentes unidades. Arena, por su parte, es el nombre que recibe el cúmulo de partículas procedentes de rocas y reunidas en la orilla de un río o de un océano.
Un reloj de arena es un instrumento que apela a la arena para permitir la medición temporal. Estos relojes miden lapsos específicos de tiempo que se inician cuando la arena ubicada en la ampolla superior comienza a caer en la ampolla inferior por la fuerza de gravedad y que finalizan cuando la totalidad de la arena ya pasó a esta segunda ampolla.
En el siglo VIII parece ser que fue cuando apareció por primera vez la idea y la realidad del reloj de arena en Europa, pues se cree que fue un monje llamado Liutprando el que lo presentó para hacer uso del mismo en la Catedral de Chartres, en Francia.
No obstante, no sería hasta el siglo XIV cuando se popularizó y ya era habitual emplearlo en muy diversos ámbitos. Buena muestra de eso es que aparece representado en diversas pinturas de aquel momento, como sería el caso de la pintura “Alegoría del Buen Gobierno” (1338) de Ambrogio Lorenzetti.
El funcionamiento del reloj de arena es muy simple. Se trata de un instrumento de vidrio o plástico transparente, con dos ampollas o bulbos de idéntico tamaño que se comunican a través de un pequeño orificio en el centro del dispositivo. En el interior, se coloca una cantidad de arena suficiente para llenar la mitad o poco más de la capacidad de una ampolla. Por la acción de la gravedad, la arena siempre se acumula en la ampolla que está en la parte de abajo: cuando alguien toma el reloj y lo da vuelta, la ampolla inferior se convierte en la superior y la arena empieza a caer a través del orificio, pasando a la ampolla que ahora quedó abajo.
El reloj de arena, de este modo, mide un periodo de tiempo fijo (lo que demora la arena en pasar de una ampolla a la otra). Dicho lapso puede equivaler a un minuto, por ejemplo. Si lo que se desea es medir el tiempo exacto que transcurre entre dos acontecimientos o saber la hora, el reloj de arena carece de utilidad.
Durante mucho tiempo, el reloj de arena se convirtió en una pieza fundamental en numerosas embarcaciones, porque les ayudaba a llevar a cabo con mucha precisión lo que eran mediciones que los marinos tenían que acometer tales como la distancia al oeste o al este así como incluso la longitud. De esta manera, optaron por hacer uso del citado instrumento en lugar de otros que venían empleando hasta ese momento y que eran mucho menos precisos. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a la clepsidra.
Así, por ejemplo, se conoce que durante el viaje que realizó Diego de Magallanes alrededor del mundo, todas las embarcaciones que participaban en la expedición contaban con varios relojes de arena para llevar a cabo el control absoluto del tiempo.
Actualmente, como es de imaginar con el avance de la ciencia y la realización de propuestas mucho más modernas y funcionales, los relojes de arena han dejado de usarse salvo, básicamente, en algunos juegos de mesa.