Definición de relieve montañoso
Las formas que modifican una superficie plana componen su relieve. Puede tratarse de elevaciones o de depresiones. Se conoce como relieve terrestre, en este sentido, a los cambios que se evidencian sobre la superficie de nuestro planeta, incluyendo aquellos que se registran en el lecho submarino.
En el relieve terrestre puede diferenciarse entre el relieve emergido (superficial) y el relieve oceánico (sumergido). Dentro del primero, puede reconocerse al relieve montañoso, que es la modificación de la superficie que propician las montañas.
Las regiones con relieve montañoso, por lo tanto, se componen de elevaciones naturales de altura considerable. Pueden contar con cordilleras, sierras, volcanes u otros tipos de elevaciones.
A lo largo de todo el planeta son muchas son las zonas con notables relieves montañosos, no obstante, entre las más significativas se encuentran las siguientes:
-Los Andes. Una cordillera situada en el sur de América es esta. Concretamente se ubica entre los países de Chile, Bolivia, Colombia, Venezuela, Argentina, Perú y Ecuador. Tiene una altura media de 4.000 metros de altura y su punto más elevado es el Aconcagua, con 6.960 metros de altura sobre el nivel del mar.
-Himalaya. En Asia, entre los países de China, Bután, India y Nepal, se encuentra situada esta otra cordillera, que es la más alta de la Tierra y que tiene al Everest (8.848 metros) como su punto más importante y elevado. A todo eso hay que añadir que en la misma se produce el nacimiento de algunos de los ríos más relevantes del planeta, tales como el Ganges, el Brahmaputra o el Yangtsé.
-Montañas Rocosas. En América del Norte, concretamente en la zona occidental, es donde podemos encontrar a este otro conjunto montañoso, que se formó durante la orogénesis cenozoica y que tiene como pico más relevante al monte Elbert, que se sitúa en Colorado y que alcanza los 4.401 metros de altura.
Además de estas zonas importantes dentro del relieve montañoso del planeta, también se encuentran otras igualmente significativas, como sería el caso de los Alpes, que están en Europa central y que tienen como cumbre más alta al MontBlanc (4.810 metros), y los Pirineos, que se hallan al norte de la Península Ibérica.
El relieve montañoso puede aprovecharse para el desarrollo de ciertas actividades económicas, pero también supone un límite o una barrera para otras. Si las montañas tienen gran altura y reciben nevadas con frecuencia, es posible que el relieve montañoso permita crear estaciones de esquí y aprovechar las montañas para fomentar el turismo invernal.
En una zona de relieve montañoso, de todos modos, el desarrollo de infraestructura resulta complejo. Por lo general no se trata de zonas donde existen grandes aglomeraciones urbanas, ya que la construcción en un relieve montañoso es complicada. Por otra parte, en los picos de las montañas más altas, las condiciones climáticas suelen ser extremas.
La comuna francesa de Chamonix Mont Blanc es un ejemplo de región con relieve montañoso. Esta localidad se halla junto al Mont Blanc, una montaña cuya altura supera los 4.800 metros sobre el nivel del mar.