Definición de rédito
Hasta el latín tenemos que marcharnos, simbólicamente hablando, para poder encontrar el origen etimológico del término rédito. Y es que deriva de “reditus”, que puede traducirse como “regreso” y que emana del verbo “redire”. Este último, por su parte, es fruto de la suma de dos partes claramente diferenciadas: el prefijo “re-”, que significa “hacia atrás”, y el verbo “ire”.
Se trata de la ganancia o el interés que se obtiene de algo. Por ejemplo: “El equipo visitante no pudo sacar rédito del hecho de tener dos jugadores más que su rival en el campo de juego”, “El diputado acusó al intendente de buscar rédito electoral con su proyecto”, “No obtengo ningún rédito económico por este trabajo: lo hago sólo por solidaridad”.
Suele usarse la noción de rédito con referencia a los intereses que brinda una inversión. En este caso, el rédito refleja una cierta rentabilidad. Si una persona realiza un plazo fijo de 10.000 dólares que le ofrece un interés del 8% anual, al cabo de un año habrá obtenido un rédito de 800 dólares.
Precisamente por todo eso, cualquier persona que desee llevar a cabo un depósito o realizar una inversión es necesario que, en un primer momento, calcule de manera aproximada el rédito que le va a aportar. Así, en base al tipo de interés que esté asociado al mismo, podrá estipular claramente qué beneficio va a traerle consigo.
Un emprendedor, por otra parte, decide viajar a una ciudad balnearia para vender artesanías durante el verano. Este hombre, que invirtió 5.000 pesos en mercaderías y viáticos, al finalizar la temporada obtuvo 8.500 pesos. De esta forma, el rédito que le dio la actividad fue de 3.500 pesos.
También es posible calificar como rédito a cosas simbólicas o que no son materiales. Un tenista puede sacar rédito del cansancio de su rival: esto quiere decir que intentará aprovechar la mala condición física de su oponente para obtener una victoria, tratando de jugar puntos largos y de mover al otro tenista por toda la cancha.
En el contexto de la política, suele emplearse la idea de rédito en sentido negativo. Debido a que, en teoría, los políticos deberían actuar en beneficio de la comunidad, cuando alguno demuestra perseguir un interés personal se lo acusa de buscar rédito político o rédito electoral (es decir, actúa para que la gente lo vote y no para realizar algún aporte a la comunidad).
En nuestro día a día, el rédito electoral se ha convertido en un término muy empleado. Y es que parece que, prácticamente a diario, los políticos se acusan entre sí de llevar a cabo algún tipo de acción o comentario concreto con el único objetivo de lograr votos en las siguientes elecciones. Buena muestra de eso es que, por ejemplo, en España el PSOE ha acusado al partido que ha gobernado estos últimos años, el PP, de querer obtener un rédito electoral de lo que es la controvertida y complicada situación independentista de Cataluña.
De la misma manera, en Argentina, por ejemplo, la presidenta Cristina Fernández de Kichner, a raíz de unas graves inundaciones ocurridas en los últimos meses, consideró que le parecía lamentable que se intentará sacar un rédito político de las mismas.