Definición de puerto

Cuando se menciona el concepto de puerto se busca hacer referencia al sitio ubicado sobre la costa o en la orilla de algún río donde los barcos llevan a cabo operaciones de embarque y desembarco y de carga y descarga. Esto es posible gracias a las características naturales o artificiales del área en cuestión.

El término, que halla su origen en el latín portus, suele hacer mención a la infraestructura y a las prestaciones que se proporcionan en un espacio de agua calmas para la estancia segura de las embarcaciones mientras se realizan las mencionadas operaciones.

Los puertos pueden brindar servicios para la actividad comercial (aquéllos que cargan y descargan mercadería para su transporte hacia otras regiones), la industria pesquera, la defensa nacional y el turismo.

En la zona marítima, los puertos incluyen obras (como diques o esclusas) con el propósito de proteger a los barcos del oleaje, señalización (boyas, balizas, faros, etc.) y dársenas para la permanencia y operaciones. En la zona terrestre, por otra parte, se instalan muelles para facilitar el atraque y amarre de las embarcaciones y depósitos para acopiar las mercancías.

Un puerto de montaña, por último, es un paso que permite atravesar un sistema montañoso. Suelen tener trazados sinuosos y pendientes pronunciadas, por lo general cubiertas de nieve.

Cabe resaltar, por otra parte, que en la informática se conoce como puerto a una interfaz que brinda la posibilidad de enviar y recibir diversas clases de datos, la cual puede ser física (a nivel de hardware, con entradas para la conexión del monitor, la impresora y otros periféricos) o lógica (administrada por el software). USB, PCI y Serial son algunos de los puertos físicos más habituales.

La historia del puerto USB

El significado del acrónimo USB en castellano es «bus en serie universal», y surgió en el año 1995 a partir de la unión de varias compañías que buscaban crear una interfaz que permitiera conectar varios tipos de dispositivos utilizando un conector estandarizado, y que sirviera para distintos sistemas, fuera PC o Mac; las empresas son DEC, IBM, Compaq, Microsoft, Intel y Northen Telecom.

Este tipo de conexión, que se presentó al mercado en el año 1996, logró con éxito sus propósitos, entre los que se encontraban mejorar la velocidad de transferencia, ofreciendo 12Mbps (Mega bits por segundo) y reducir el tamaño de cables y conectores. Además, desde el principio fue posible conectar hasta 127 dispositivos por puerto, implementando las ventajas de Plug and Play y Hot Plug, que se traduce en el uso instantáneo de un periférico una vez enchufado, opuesto a la necesidad de reiniciar el ordenador.

Cuatro años más tarde, otro grupo de empresas mostró al mundo una nueva versión de USB, denominada 2.0, que incrementaba considerablemente el rendimiento, alcanzando velocidades de 480Mbps. Esta revisión es absolutamente retrocompatible, o sea que es posible utilizar un dispositivo 1.0 o 1.1 en uno de estos puertos; los cables y los conectores presentan el mismo aspecto y tamaño.

Con las demandas del mercado informático, fue necesario seguir mejorando la tecnología USB para ofrecer más velocidad de transferencia, así como otras ventajas. Por eso, en el año 2008 nació la revisión 3.0, con un mejor aprovechamiento de la energía, una velocidad máxima de 5Gbps y retrocompatibilidad con los conectores 2.0.

Es interesante observar que la velocidad máxima del USB 2.0 es 40 veces mayor a la de su antecesor, mientras que en la generación siguiente aumentó tan sólo poco más de 10 veces. Esto no habla de una falta de recursos para fabricar dispositivos más rápidos; se trata de adaptarse a las demandas del mercado, que de a poco alcanzan el rendimiento esperado por parte de sus aparatos. De la misma forma, a medida que todos accedamos a conexiones a Internet de 100Mbps, probablemente no ansiemos 1000 o 10.000, ya que no habrá forma de aprovecharlos.

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