Definición de prostíbulo
Un prostíbulo es un recinto en el cual se ejerce la prostitución (la actividad que consiste en mantener relaciones sexuales a cambio de un pago). En dicho espacio, las prostitutas ofrecen sus servicios a los hombres interesados en contratarlas.
Por lo general los prostíbulos cuentan con un espacio común, donde los clientes pueden beber algo y observar a las prostitutas, quienes suelen mostrarse con poca ropa. Además existen sectores privados a los cuales, una vez acordada la contratación del servicio, se dirigen las trabajadoras sexuales con sus clientes.
Es frecuente que el prostíbulo sea dirigido y organizado por una mujer, conocida como madama o matrona. La responsable del prostíbulo, a su vez, puede estar bajo las órdenes de otras personas.
Las leyes que regulan el funcionamiento de los prostíbulos dependen de cada ciudad o país. En muchos distritos los prostíbulos se encuentran prohibidos: por lo tanto, su existencia suele enmascararse detrás de la fachada de un bar o de un club para caballeros, por ejemplo.
A veces, el negocio de la prostitución funciona en lugares públicos, a plena luz del día, sin que la gente ajena al ambiente lo note. No son raros los casos de bares que cuentan con la presencia de trabajadoras sexuales a lo largo de todo el día, desde la mañana hasta la noche, que esperan a ser llamadas por algún potencial cliente para concretar una cita, la cual por lo general tiene lugar en un hotel, para así ofrecer sus servicios a cambio de dinero.
Estas tiendas que existen para el funcionamiento de un prostíbulo pero se muestran de otra forma sirven para ampliar el alcance de la prostitución en las ciudades, ya que de esta manera es posible comerciar con el sexo en cualquier parte, a cualquier hora, rompiendo de esta manera con restricciones de zona u horario. Claro está que todo tiene su precio, tanto para los clientes como para las prostitutas: lo normal es que ellas tengan que pagar por el privilegio de contar con un puesto fijo, así como por su consumición a lo largo del día, y que los interesados en sus servicios se encuentren con honorarios mayores que los de la calle.
La vida de las prostitutas lejos está de ser fácil, aunque por lo general se las denigre y ataque como si se tratara de personas que intentan hacerle daño a la sociedad. En la mayoría de los casos, se trata de personas inocentes que han sido víctimas del comercio de personas mientras buscaban una vida mejor en el extranjero; pero incluso aquellas que escogen este camino por razones tales como la falta de dinero se ven sometidas a situaciones que nadie en su sano juicio podría desear.
El prostíbulo como símbolo habla muy mal de nuestra especie, pero no porque el sexo tenga algo de malo, sino todo lo contrario: porque demuestra que no sabemos disfrutar libremente de la vida, de las relaciones, que no podemos ser sinceros con nosotros mismos y que preferimos apoyar un sistema mafioso para satisfacer nuestras necesidades fisiológicas que compartir nuestro día a día con alguien que nos complete.
Es importante tener en cuenta que, detrás de un prostíbulo, suelen concretarse diversos delitos. Las llamadas redes de trata se dedican a secuestrar mujeres y las obligan a prostituirse. Dichas redes cuentan con prostíbulos o venden a las víctimas a los dueños de este tipo de recintos. Hay prostíbulos, por otra parte, en los que también se venden drogas o funcionan casinos clandestinos.
Considerando la prostitución como una forma de explotación de la mujer, incluso cuando la actividad es realizada por voluntad propia, todos los prostíbulos son lugares que denigran la condición femenina.