Definición de propensión

Propensión es un término que deriva de propensio, un vocablo del latín. Se trata del proceso y de las consecuencias de propender. Este verbo, por su parte, refiere a una tendencia o una inclinación hacia alguna cosa.

Por ejemplo: “Este jugador tiene propensión a atacar por la derecha”, “El gobernador ha mostrado una propensión a despreciar a aquellos que no piensan como él”, “Quienes no se alimentan de manera saludable tienen una mayor propensión a sufrir accidentes cerebrovasculares”.

La idea de propensión aparece en diversos contextos. En el ámbito de la medicina, la propensión refiere a una probabilidad más alta que la corriente a experimentar un cierto trastorno de salud, motivada por factores genéticos, hábitos, etc. Un estudio puede indicar, por citar un caso, que las personas que no descansan correctamente tienen una propensión a sufrir estrés y trastornos de ansiedad. Lo que revela la frase es que el sujeto que no duerme la cantidad de horas que se considera saludable (unas ocho horas) cuentan con mayores probabilidades de experimentar ciertos desequilibrios psicológicos.

La propensión también puede advertirse en la economía. Cuando se habla de la propensión marginal al consumo, se hace mención a la estimación de cuánto aumenta el gasto en consumo de un individuo al lograr incrementar sus ganancias tomando una unidad monetaria determinada. Desde un punto de vista matemático, la propensión marginal al consumo puede calcularse dividiendo la variación del consumo por la del ingreso disponible.

En otras palabras, a través de dicha ecuación podemos conocer la relación que existe entre la variación del consumo y la del ingreso disponible. Según el keynesianismo, una teoría formulada por el economista británico John Maynard Keynes en el año 1936 para responder a la Gran Depresión, una crisis que se propagó a nivel mundial en los años 30, el consumo puede expresarse como la suma del consumo fijo más el producto de propensión marginal a consumir por el ingreso disponible.

Para entender mejor las fórmulas, tomemos los dos casos extremos: si la propensión marginal a consumir vale 1, esto significa que la persona utiliza la totalidad de sus ingresos apenas los recibe; por el contrario, si el resultado es 0, ahorra todo ingreso que percibe. Para cualquier otro valor, surge la presencia de otro concepto: la propensión marginal al ahorro.

La propensión marginal al ahorro revela la tendencia a aumentar el ahorro a medida que se incrementa la renta de la persona. De manera opuesta a la propensión marginal al consumo, si su valor es 1 la persona ahorra el total de sus ingresos, mientras que si es 0, los gasta completamente.

Cuando el valor de cualquiera de los conceptos recién expuestos se encuentra entre 0 y 1, la lectura que debe hacerse es la siguiente: una propensión marginal al consumo de 0,4 indica que el sujeto gasta el 40% de su nuevo ingreso y, por consiguiente, ahorra el resto; desde el punto de vista de la propensión marginal al ahorro, este mismo ejemplo se expresaría con el valor 0,6, ya que el ahorro efectivo es del 60%.

Es importante no confundir la propensión marginal al consumo con la propensión media al consumo, un concepto que sirve para describir el porcentaje de consumo que realiza una persona con respecto a su ingreso.

Se conoce con el nombre de propensión a los accidentes a la tendencia a exponerse a situaciones de riesgo, que algunas personas tienen de manera inconsciente. Desde hace ya varias décadas, diversos especialistas en la mente humana han estudiado este tema con detenimiento, y algunos lo adjudican a una deficiencia de atención y una escasa capacidad para prevenir y planificar. El personaje de dibujos animados «Mister Magoo» es un claro ejemplo de esta condición, aunque se trate de una representación cómica y exagerada.

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