Definición de principio
Del latín principium, el principio es el comienzo de la existencia de alguna cosa. Puede tratarse de un inicio o de un estreno. Por ejemplo: “El principio del viaje fue bastante molesto, ya que tardamos dos horas para hacer cincuenta kilómetros”, “Recién empecé a leer el libro que me regalaste, así que todavía voy por el principio”, “¿Escuchaste está canción? En el principio, me hace acordar a una de Michael Jackson”.
Principio también es el punto que se encuentra en el primer lugar en una enumeración o en algo que se extiende, y el origen o motivo de algún asunto: “El principio de la crisis financiera estuvo en la crisis de las hipotecas en los Estados Unidos”, “Quedarme sin trabajo fue sólo el principio de la debacle: después tuve que vender el coche y finalmente me remataron la casa”.
El concepto de principio está vinculado, por otra parte, a los postulados esenciales que permiten el desarrollo de los estudios científicos o la práctica de un arte, y a las reglas más importantes que determinan el modo de pensar y de actuar: “La ley de gravedad es uno de los principios de la física”, “No puedo trabajar para una empresa que daña el medio ambiente: sería ir en contra de mis principios”, “Mi abuelo es un hombre de principios y siempre cumple con su palabra”.
Entendido como una norma moral, el principio es un valor que dirige el accionar de un sujeto de acuerdo a aquello que dicta su conciencia. Está vinculado a la libertad individual, ya que un principio es fijado sin una obligación que llega del exterior aunque es influido por la sociedad.
Importancia del principio en la narrativa
El escritor Julio Cortázar solía decir que en un cuento uno de los puntos fundamentales, y que más debe cuidar el autor, es el principio. ¿Por qué? Porque será a través de él que conseguirá más adeptos a la lectura de su obra.
Cortázar asegura que la eficacia de un cuento radica en la tensión que genera; una tensión bien usada, que lleva el suceder de los acontecimientos a un clímax adecuado, puede desembocar en un cuento de condiciones admirables. Sin embargo, si se logra jugar adecuadamente con los hechos y la tensión pero no se consigue un interesante principio, dicha narración está condenada al fracaso. Es necesario señalar que un cuento es una narración donde el tiempo apremia: escasean las páginas para contar todo lo que el autor quisiera, razón por la que es necesario economizar y sólo hablar de lo que es estrictamente imprescindible.
El principio de un cuento debe contener pocos elementos y directos, capaces de atraer la curiosidad del lector. Muchos autores de suspenso, por ejemplo, comienzan por el final, es decir que presentan un conflicto a partir de un hecho pasado que no se nombra, lo cual lleva al lector a desear conocer aquella historia como sea. Posiblemente, éste sea una de las mejores formas de encarar una obra de este tipo.
En el caso de la novela es diferente ya que al tener más tiempo y espacio, es posible expresar de forma clara y extensa lo que se desea, jugando mucho más con sus distintos elementos. Se suele decir que por esta ventaja por sobre el cuento, un comienzo poco impactante o pobre no condena la obra al fracaso; sin embargo, eso no es así. El principio también debe estar cuidadosamente estudiado en un texto de esta envergadura. Una novela de suspenso, por hablar del mismo género, suele presentar un conflicto importante desde la primera página, de modo que el lector se sienta atraído y desee continuar leyendo.