Definición de presupuesto participativo
Para poder entender a la perfección el significado del término presupuesto participativo se hace necesario que, en primer lugar, procedamos a determinar el origen etimológico de las palabras que le dan forma:
-Presupuesto deriva del latín, de la suma del prefijo “pre-”, que significa “antes”, y de “suppositus”, que puede traducirse como “puesto abajo”.
-Participativo, por otro lado, también procede del latín y está formado por tres componentes delimitados: “par”, que es equivalente a “parte”; el verbo “capere”, que significa “tomar” y el sufijo “-tivo”, que se usa para indicar una relación pasiva o activa.
Se conoce como presupuesto al documento que se elabora con las previsiones de ingresos y egresos para un cierto periodo. Lo que hace un presupuesto es señalar qué cantidad de dinero se prevé gastar y qué cantidad se espera recibir, lo que permite planificar las decisiones financieras.
El adjetivo participativo, por su parte, se asocia con la participación (el hecho de involucrarse en algo).
Antes de desarrollar la definición de presupuesto participativo, debemos conocer qué es un presupuesto público. Se trata del documento que estima los gastos que el poder estatal concretará en un periodo determinado. Por lo general, el presupuesto público es elaborado por el Poder Ejecutivo y aprobado por el Congreso.
Cuando la elaboración del presupuesto contempla la participación directa de la población, se habla de presupuesto participativo. Esta herramienta posibilita que sean los propios ciudadanos quienes deciden en qué se va a gastar el dinero público o parte de él.
Hay quienes abogan en todo momento porque se lleven a cabo presupuestos participativos. ¿Por qué? Porque consideran que entrañan y traen consigo un importante número de ventajas, entre las que destacaríamos las siguientes:
-Son sinónimo de transparencia, ya que cada ciudadano sabe en qué se gasta el dinero de sus impuestos.
-Permiten que los vecinos tengan absoluto control de todo lo que acontece en su municipio.
-Son una herramienta de participación ciudadana, que ofrece a los individuos del lugar el poder colaborar de manera activa tanto en la planificación como en la gestión pública.
-No menos importante es que los presupuestos participativos son considerados por numerosos políticos como un instrumento de modernización y adecuación a los tiempos en los que vivimos. -Sin pasar por alto que, de igual modo, vienen a significar una absoluta democratización de lo que es la gestión pública.
Lo habitual es que un presupuesto participativo se desarrolle a nivel municipal. El Poder Ejecutivo local convoca a los vecinos a diversas instancias de consulta y debate, de las cuales surgen propuestas que son sometidas a votación. Los proyectos más votados, de este modo, se convierten en prioritarios dentro del presupuesto público del municipio en cuestión.
Es importante tener en cuenta que un presupuesto participativo no contempla la totalidad del gasto municipal ni implica que los ciudadanos decidirán directamente las acciones de gobierno. Se suelen destinar un cierto porcentaje o monto del presupuesto total a la votación popular para que sean los vecinos quienes eligen algunas de las obras a desarrollar.