Definición de pregnancia

La pregnancia es una cualidad que poseen las figuras que pueden captarse a través del sentido de la vista. Dicha cualidad está vinculada a la forma, el color, la textura y otras características que hacen que la persona que observa pueda captarla de manera más rápida y simple.

Es interesante resaltar que, según los estudios llevados a cabo en sectores tales como el arte, se ha podido comprobar que figuras tales como el cuadrado, el círculo o incluso el triángulo equilátero cuentan con mayor pregnancia. Y es que su simplicidad les hace ser mucho más “atractivos” y “llamativos” que cualquier otro tipo de figuras que se establezcan delante de la mirada de una persona. Un hecho que es muy tenido en cuenta, especialmente, dentro del ámbito del diseño y la publicidad.

A mayor pregnancia, mayor facilidad para que el ser humano capte la figura. Esto quiere decir que, entre tres o cuatro figuras, la que tiene mayor pregnancia es aquella que logra llamar primero la atención

Supongamos que nos encontramos con cinco almohadones o cojines redondos sobre un sofá. Cuatro de ellos son blancos y uno, de color rojo. El almohadón rojo será el primero que capte nuestra atención y, por lo tanto, el más pregnante de los cinco.

Algo similar ocurrirá si, en una pared, se exhiben ocho cuadros. Siete de los cuadros miden 15 x 15 centímetros, mientras que el restante tiene medidas de 40 x 40 centímetros. Este último cuadro, gracias a sus características visuales, será el que tenga mayor pregnancia.

La idea de pregnancia se sustenta en diversas propiedades, como el orden, la simetría y la coherencia en la estructura de la figura. Las figuras con mayor pregnancia tienen una gran capacidad comunicativa ya que se transmiten con velocidad y logran fijarse en el observador.

La pregnancia también es una de las leyes que forman parte de la doctrina de la Gestalt, ya que este movimiento afirma que la experiencia que deriva de la percepción suele adoptar la forma que resulta más simple.

En concreto, dicha psicología, que nació en los comienzos del siglo XX en Alemania, hay que resaltar que tiene una serie de máximas fundamentales que son las que le sirven para poder establecer esa afirmación que le identifica:
• Ley del cierre, que viene a determinar que, ante cualquier figura incompleta, el ser humano tiene la capacidad para “añadirle” los elementos que faltan.
• Ley de continuidad. En este caso, viene a significar que, aunque un patrón desaparezca, la mente se encarga de continuarlo.
• Ley de proximidad, que supone que el ser humano puede acometer el agrupamiento de los elementos que tiene delante.
• Ley de la semejanza. Esta máxima viene a dejar patente que la mente es capaz de proceder a agrupar a todos aquellos elementos que, por alguna circunstancia, considera que son semejantes.

La ley de relación figura-fondo, la de simetría o la de proximidad son otros de los pilares fundamentales que tiene esta teoría de Gestalt, que fue desarrollada, planteada y consolidada por figuras tales como Kurt Lewin, Max Wertheimer o Kurt Koffka, entre otros.

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