Definición de precarización laboral
Precarización alude al acto y el resultado de precarizar, un verbo que refiere a hacer que algo pierda calidad. Laboral, en tanto, hace mención a lo vinculado al trabajo.
Se llama precarización laboral al proceso que provoca un detrimento en los derechos de los trabajadores. Los empleados precarizados carecen de estabilidad y seguridad y sufren malas condiciones laborales.
Lo habitual es que la precarización laboral se asocie a la flexibilización laboral: el recorte de las regulaciones que rigen en el mercado de trabajo y que protegen a la parte más vulnerable. Cuando se desarrolla un proceso de flexibilización, permitiendo que los empleadores puedan concretar despidos a bajo costo, minimizar la cobertura social y reducir los salarios, se da lugar a la precarización laboral.
Mientras que los defensores del liberalismo sostienen que la flexibilización ayuda a dinamizar la economía y redunda en más oportunidades de trabajo para todos los ciudadanos, los sindicatos afirman que, cuando el Estado pierde presencia en la regulación del mercado, se produce la precarización laboral, con los trabajadores como grandes perjudicados.
A partir de la precarización laboral, las personas pueden tener un ingreso y, sin embargo, no cubrir sus necesidades materiales básicas. Además pueden quedarse sin empleo en cualquier momento y no recibir una indemnización acorde a las consecuencias que genera esa pérdida.
La precarización laboral también implica que, en ocasiones, los empleados deben tolerar abusos de poder por parte de los empresarios. La falta de higiene en el entorno de trabajo y la obligación a quedarse después de hora sin un pago extra forman parte de esta problemática.
Todo esto se puede analizar desde diferentes perspectivas, atendiendo las necesidades y los derechos que se ven vulnerados en cada caso particular o en los varios grupos que podemos distinguir dentro de la sociedad. De este modo, la precarización laboral demuestra ser un problema mucho más complejo que un simple caso de «malas condiciones de trabajo». Sin embargo, tan sólo esto último sería suficiente para actuar en pos de una evolución, ya que nadie debería sufrir para ganar sostenerse económicamente.
Lamentablemente, la realidad laboral es dura para una gran porción de la población, sin olvidarnos de los millones de seres humanos que ni siquiera tienen acceso a un puesto de trabajo o una cama caliente por las noches. La vida no es fácil para la mayoría, pero el problema principal es que no sea justa, que unos pocos puedan decidir por el resto. La inestabilidad es uno de los factores claves de la precarización laboral.
Y ésta va de la mano de la vulnerabilidad a la que son sometidas tantas personas, por diferentes razones: su continuidad en la empresa no está garantizada, o bien su salud está en riesgo por la falta de atención a las normas de salubridad, y esto hace que no puedan relajarse y trabajar de manera productiva sino que vivan una constante angustia por las potenciales consecuencias de la precarización laboral.
Si a todo esto le sumamos el acceso reducido a ciertos beneficios y prestaciones, la realidad laboral de muchas personas es realmente preocupante porque entregan gran parte de su semana a compañías que las explotan, las desprecian y se deshacen de ellas cuando les place. De hecho, este desgaste por las pésimas condiciones es uno de los factores principales de despido, lo cual nos lleva a un círculo vicioso especialmente retorcido: «te maltrato, eso reduce tu rendimiento y luego te despido porque rindes menos».
Uno de los fenómenos más oscuros de la precarización laboral es la subcontratación en cadena, que consiste en una serie de contrataciones comenzando por la empresa que requiere un servicio determinado hasta llegar a la que realmente lo realiza, pasando por un número variable de otras que invierten cada vez menos dinero en la siguiente. Las condiciones laborales, la calidad de los materiales y la seguridad de los trabajadores es también cada vez menor a medida que llegamos al extremo menor de la cadena.