Definición de indemnización
Indemnización es el acto y la consecuencia de indemnizar: propiciar, por lo general a través de dinero, el resarcimiento de un perjuicio o de un daño. También se llama indemnización al monto o la cosa que se utiliza con este fin.
Por ejemplo: “El trabajador accidentado le realizó un juicio a la empresa ya que aún no ha cobrado la indemnización que le corresponde”, “El Estado otorgará una indemnización a la mujer que un policía baleó por error”, “Por ahora me mantengo con el dinero de la indemnización que me dieron cuando me echaron del trabajo”.
Existen diversos tipos de indemnización. La indemnización por despido es abonada por un empleador a un trabajador cuando lo despide sin causa. Las características de esta indemnización dependen del contrato laboral y de la legislación de cada nación.
Lo habitual es que la indemnización esté vinculada a la cantidad de años que el empleado llevase trabajando para la empresa en cuestión. A mayor antigüedad, mayor indemnización.
En Argentina, por citar un caso, la indemnización por despido equivale a un mes de salario por cada año trabajado o por fracción superior a tres meses, tomando como base la mejor remuneración percibida por el trabajador en el último año.
Con respecto a España, por otro lado, un despido laboral considerado improcedente por parte del empleado le otorga el derecho a demandar el pago de una indemnización, el cual también depende del tipo de contrato que haya celebrado con la empresa.
La indemnización por despido protege al trabajador y contribuye a su estabilidad laboral. Sin embargo, cuando se impulsan leyes de flexibilización, se busca reducir las indemnizaciones e incluso anularlas con el objetivo de minimizar los costos de los empresarios.
A menudo vemos en los medios de comunicación historias acerca de trabajadores que provocan sus propios despidos con el objetivo principal de cobrar la indemnización, además de las ayudas que les ofrece el gobierno a las personas desocupadas para apoyarlas en su búsqueda de un nuevo puesto de trabajo.
Si bien esta práctica es absolutamente ilegal, son muchos los casos de despidos provocados por los propios empleados. Cuando las situaciones que eventualmente conducen a la ruptura del contrato han sido planeadas de manera fría y meticulosa, puede parecer que se trata de una mera falta de compatibilidad entre ambas partes; sin embargo, por lo general se trata de una serie de roces claramente forzados, de encontronazos entre el empleado y sus superiores que alcanzan un pico en el cual resulta imposible continuar con la colaboración.
Ante una situación de este tipo, las empresas pueden poner en marcha mecanismos de investigación para intentar dar con la verdad y eximirse de la obgligación del pago. La declaración jurada de otros trabajadores y el escrutinio de los mensajes entre el empleado y sus superiores son dos de los recursos que pueden usar para probar el fraude.
Existe un documento llamado finiquito, el cual firman un trabajador y la compañía para la cual trabaja con el objetivo de que el primero cese sus actividades laborales luego de cobrar un monto de dinero. Una de las condiciones que debe cumplir es haber tenido un puesto fijo, con lo cual este documento excluye a cualquier persona en periodo de prueba, por ejemplo.
Si bien mucha gente los confunde, el finiquito y la indemnización son cosas diferentes. Por ejemplo, la indemnización por despido no siempre se paga sino solamente cuando es la empresa la que decide prescindir del empleado, mientras que el finiquito si puede llevarse a cabo en el caso opuesto.
La indemnización por daños y perjuicios, en tanto, debe ser pagada a la víctima por parte de quien provocó el mal. De este modo se pretende lograr una reparación a través de un desembolso monetario.