Definición de positivo

El vocablo latino positivus llegó a nuestra lengua como positivo. Se trata de un adjetivo con múltiples usos de acuerdo al contexto. Puede tratarse, por ejemplo, de algo que resulta afirmativo e inequívoco: “El control antidoping le dio positivo al tenista ruso: se detectó la presencia de efedrina en su orina”, “Mi voto es positivo: estoy a favor de la reforma de esta ley”, “El jefe me dio una respuesta positiva así que, a partir de mañana, cambiaré mi turno de trabajo”.

Positivo, por otro lado, es aquello que es bueno, efectivo o útil: “El primer encuentro con los japoneses fue positivo: ojalá podamos llegar a un acuerdo”, “Creo que el torneo está siendo positivo para el equipo porque ya ganamos más partidos que el año pasado”, “María siempre me dice que no es positivo que reaccione de esta forma, pero no lo puedo evitar”.

Cuando una persona es calificada como positiva, se estará haciendo referencia a que es optimista y siempre intenta mirar el lado bueno de las cosas: “Soy un hombre muy positivo, no me gusta perder el tiempo preocupándome por lo malo”, “Voy a pensar en positivo y a hacer fuerza para que la operación salga bien”, “No entiendo cómo puedes ser positivo en un momento así”.

En este sentido, el término positivo puede funcionar como sinónimo de «optimista», dado que describe la actitud constructiva frente a los problemas u obstáculos, la mirada que busca las potenciales soluciones en lugar de resaltar innecesariamente aquello que no puede repararse. Lo contrario es una persona pesimista, aunque a veces se acusa a alguien realista de pesimista, simplemente por aceptar los problemas en lugar de intentar negarlos.

En el ámbito de la matemática, un número es positivo cuando resulta mayor a 0 (y, por lo tanto, no es negativo): 3, 8, 125 y 8680 son números positivos. Las aplicaciones en este caso son muchas, ya que varios tipos de números pueden ser positivos o negativos, como ser los enteros y los racionales.

Por lo general, cuando se habla de números positivos se tiene la idea de «avanzar» a lo largo de un eje cartesiano, mientras que con los negativos se grafica justamente lo contrario. En otras palabras, si tenemos el punto (4,2), donde 4 corresponde a la posición sobre el eje X y 2 a la del eje Y, y decimos que el mismo avanza 4 unidades en X, esto se interpreta como la suma de 4 al valor de X, o sea, como un desplazamiento positivo a lo largo del eje X.

Así se suele pensar, por ejemplo, el movimiento de los objetos y personajes en los mundos virtuales de películas y videojuegos. De este modo, en un juego de carreras, por ejemplo, se busca alinear los coches de manera tal que su avance por las pistas corresponda a una suma a lo largo de sus ejes horizontales.

Claro que en este caso se da una situación más compleja que la de un simple gráfico en una pizarra: los ejes de cada objeto no siempre están perfectamente alineados con los del mundo; de hecho, rara vez lo están. Por ello se distingue entre «espacio local» y «global»; de esta manera, un movimiento que para un objeto puede significar una traslación positiva en su eje X local, también puede acarrear una resta en el eje X global.

La carga eléctrica positiva, por último, es el tipo de carga que tienen los protones (a diferencia de los electrones, que disponen de carga negativa).

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