Definición de posición relativa

El vocablo latino positio llegó al castellano como posición. El término puede aludir a cómo o dónde está ubicado algo o alguien. Relativo, por su parte, es un adjetivo que refiere a aquello que guarda relación con otro elemento.

La idea de posición relativa suele emplearse en el terreno de la geografía para nombrar a la localización de un sitio respecto de otro o de otros. Esta posición, por lo tanto, se determina a partir del vínculo entre el lugar en cuestión y otros lugares. La posición absoluta, en cambio, se define por sus coordenadas geográficas en la superficie de la Tierra.

Tomemos el caso de Paraguay. La posición relativa de esta nación indica que se encuentra en el centro de Sudamérica, más precisamente al norte de Argentina, al sur de Bolivia y al oeste de Brasil. Esto quiere decir que, conociendo la ubicación de Argentina, Bolivia y Brasil en un mapa, es posible señalar dónde está Paraguay. La posición absoluta, por otro lado, sitúa el país entre las latitudes 19°18’ y 27°30’ S y entre las longitudes 54°19’ y 62°38’ O.

La noción de posición relativa también aparece en la geometría. Para descubrir la posición relativa de dos rectas, es necesario prestar atención a sus vectores directores: aquellos que la orientan y le dan la dirección.

Al observar los vectores directores, se puede saber la posición relativa de las rectas. Cuando los vectores directores de dos rectas son proporcionales entre sí, resultan paralelos. Si estas rectas con vectores directores paralelos no tienen puntos en común, también son paralelas, mientras que si presentan un punto en común, son rectas coincidentes. En el caso de que los vectores directores de las dos rectas no sean paralelos, se trata de rectas secantes.

En el campo de la informática también podemos encontrarnos con este concepto o con los de ruta o dirección relativa, y sus contrapartidas absolutas, para hacer alusión a la ubicación de un archivo o de un dato en un medio de almacenamiento o en memoria, entre otras posibilidades. Si bien puede parecer caprichoso este grado de exactitud, no debemos olvidar que en la ciencia no se puede proceder con supuestos sino que un ínfimo cambio en un valor puede producir un error o un resultado considerablemente diferente al esperado.

Si pensamos en el diseño de un sitio web, por ejemplo, los desarrolladores deben elaborar árboles complejos de directorios y archivos, en los cuales alojan las diferentes partes del sitio para acceder a ellas cuando lo necesiten. Entre los directorios más comunes destaca el de las imágenes, donde también pueden crearse muchos más para agruparlas por fecha o tamaño: es común que en el servidor se alojen al menos dos versiones de cada imagen, una de ellas más pequeña para usar en la vista previa.

Ahora bien, dentro de este sistema tenemos varios documentos de código, y en ellos figuran las líneas que hacen referencia a las imágenes y a otros documentos para presentar el contenido de forma dinámica. En este punto podemos optar por dos caminos: usar la posición relativa de cada elemento, para llamarlo desde «donde estamos parados», o bien la absoluta, para que la línea de código pueda ejecutarse desde cualquier punto (siempre que el servidor nos conceda el permiso adecuado).

Veamos esto en un ejemplo práctico: si en una página web especificamos la carga de una imagen que se encuentra «un directorio hacia arriba, y luego en el llamado ‘imagen''», esto funcionará únicamente mientras no se altere la estructura; si algún día cambiásemos el nombre o la ubicación del directorio «imagen», obtendríamos un error ya que su posición relativa no sería la misma.

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