Definición de polar
Polar es un adjetivo que se emplea para nombrar a aquello que está vinculado con los polos. El concepto de polo, por su parte, suele referirse a los puntos en los que el eje de rotación de nuestro planeta se interseca con la esfera celeste o terrestre.
Es posible, a partir de estas definiciones, desarrollar diversas nociones vinculadas a lo polar. El círculo polar es aquel paralelo que se halla a 66° 33′ 44″ de latitud: en el caso de latitud norte, recibe el nombre de círculo polar ártico mientras que, en la latitud sur, se habla de círculo polar antártico.
Cuando, en una región polar, surge en el cielo una luz provocada por el choque entre masa solar y el polo de la magnetósfera de la Tierra, se produce una aurora polar. Se puede distinguir entre la aurora boreal (que ocurre en el polo norte) y la aurora austral (en el polo sur).
El oso polar, por otra parte, es el nombre coloquial del Ursus maritimus, un animal carnívoro de la familia Ursidae que tiene su hábitat en regiones polares.
También se conoce como polar a un tejido muy abrigado que se emplea para confeccionar ropa que protege a la persona de las bajas temperaturas y de las condiciones invernales, e incluso a dichas prendas se las puede denominar con este término.
Clima polar: características, flora y fauna
También denominado clima gélido, el clima polar tiene la característica de poseer temperaturas inferiores a los 0 °C casi durante todo el año, así como ausencia de humedad en el aire, una gran intensidad en sus vientos y pocas precipitaciones, una combinación de condiciones que vuelve difícil la supervivencia a especies como la humana.
Como su nombre lo indica, este clima existe especialmente en los polos, siendo más severo en la Antártida que en el Polo Norte, con temperaturas mucho más bajas. Curiosamente, en los picos más altos del mundo, como ser las montañas de Alaska o las cordilleras de los Andes y el Himalaya, el clima es muy parecido al polar.
El clima polar pertenece a una clasificación en la que también se encuentran el clima continental frío (propio del noroeste y del norte del continente europeo, de la zona central de Siberia, Alaska y Canadá) y el clima de montaña (en las regiones montañosas próximas al Ecuador cuya altitud supera los 3500 metros sobre el nivel del mar o los 1000 en regiones frías).
En la meseta interior de la Antártida la temperatura de los meses de noche polar y los de sol alto varía mucho; la diferencia entre el verano y el invierno de la estación Polo Sur, por ejemplo, puede superar los 30 °C. Con respecto a sus precipitaciones, por lo general se dan en forma de nieve y con mucho viento, por lo cual se dificulta su medición.
En la península Antártica, por otro lado, que es la porción del continente que se encuentra más al Norte, no se dan estos contrastes térmicos y las lluvias son menos escasas gracias al paso de los sistemas frontales. Al Oeste el clima es marítimo (con temperaturas menos violentas y mayor porcentaje de humedad) y al Este las temperaturas suelen ser menores y el océano se ve cubierto de hielo durante todo el año.
La razón de que el clima polar sea más frío que los demás es que los rayos solares no inciden de forma tan directa en los polos como en el resto del planeta. Algunas de las especies de la flora polar son los líquenes, matorrales y musgos, mientras que su fauna incluye la liebre y el zorro árticos y el antes mencionado oso polar.