Definición de poco
Poco, con origen en el latín paucus, es un adjetivo que permite calificar algo que no es suficiente o que resulta escaso. Por ejemplo: “Te pido disculpas, pero tengo poco tiempo: por favor sé breve”, “Queda poco arroz, voy a tener que ir al mercado así puedo preparar un guiso para la cena”, “Tengo poco dinero encima aunque creo que me alcanzará para pagar la entrada al club”.
Es importante tener en cuenta que la noción de poco puede ser subjetiva. Tener “poco dinero” puede resultar algo muy distinto según la persona que esté hablando, ya que dicha calificación dependerá, en gran parte, de la clase social y del contexto en el que se pronuncia. No es lo mismo tener “poco dinero” para comprar una casa nueva que contar con “poco dinero” para preparar la comida.
Por otro lado, el uso de este término para calificar una cantidad también puede responder a cuestiones sin resolver del pasado (como ser traumas de la infancia) que impidan reconocer que en realidad no existe una carencia. Es probable que un individuo que debió enfrentar la pobreza extrema durante sus primeros años de vida, por ejemplo, nunca deje de preocuparse por las cuestiones económicas, que no se conforme con sus logros en este aspecto por miedo a perderlo todo y volver a su situación pasada; en otras palabras, que siempre considere tener poco, aunque su entorno no opine lo mismo.
La subjetividad de poco también se aprecia en los asuntos que solo conoce una persona en su interior. Nadie podrá desmentir al hombre que dice “Me dolió un poco el golpe”, ya que es imposible sentir el dolor físico de otro y, por lo tanto, poder estimar si resultó “poco” o no.
Del mismo modo, ante un impresionante despliegue de habilidad de un artista o un deportista, por ejemplo, la audiencia puede sorprenderse ante declaraciones tales como «me he esforzado poco» o «me ha faltado un poco de precisión». Para una persona que dedica horas al día a perfeccionarse en una determinada disciplina, la ejecución de una prueba avanzada puede resultar cotidiana, dejar de asombrarla por su dificultad, y esto explica que su visión de la misma le permita enfocarse en los detalles a pulir.
El término, por otra parte, puede referirse tanto a cosas materiales como a cuestiones simbólicas. Si un sujeto se impacienta con facilidad, alguien puede acusarlo de tener “poca paciencia”. Medir o calcular la paciencia, sin embargo, siempre será algo estimativo.
Existen varios conceptos que resultan contrarios u opuestos a poco, como mucho o bastante. Un individuo que expresa “Tengo poco para hacer esta tarde” estará señalado que contará con tiempo libre debido a la falta de actividades. En cambio, si indicara “Tengo mucho para hacer esta tarde”, se estará refiriendo a una multiplicidad de obligaciones y tareas por cumplir.
Cuando se combina con el término demasiado, que puede actuar como adjetivo o adverbio dependiendo del caso, se puede hablar de demasiado poco; esto indica que no se cuenta con lo mínimo necesario de algo, ya sea material o simbólico. Aunque a simple vista parezca una contradicción, no lo es sino que sirve para expresar que algo se presenta en cantidad insuficiente, menor de lo que cabría suponer o esperar.
Algo similar ocurre con la expresión muy poco, aunque en este caso la escasez no anula la efectividad de la cosa, sino que la presenta en la cantidad justa. Veamos un ejemplo práctico: tener muy poca harina para elaborar la masa de una pizza no impide hacerlo, sino que deja un resto ínfimo; con demasiado poca harina no se puede preparar dicha masa.