Definición de permanente
Permanente es un adjetivo que procede del vocablo latino permanens. El término se aplica a aquello que persiste o que consigue perdurar en el tiempo.
Por ejemplo: “El gobierno ordenó instalar una custodia permanente en el monumento para evitar nuevos actos vandálicos”, “Lamento informarle que las secuelas del accidente podrían ser permanentes”, “Los enfrentamientos permanentes nunca son saludables para un país”.
Las exposiciones de los museos pueden ser permanentes o temporales.
Una exposición permanente
Es sencillo entender la noción de permanente cuando pensamos en la subsistencia de algo en una extensión temporal. Si en un museo se construye una sala para exhibir objetos arqueológicos todos los días, sin la intención de reemplazar dicha exhibición, podrá decirse que es una exposición permanente.
En cambio, si en otra sala las exposiciones van rotando (es decir, termina una y comienza otra de temática diferente), dichas muestras no son permanentes.
Un tipo de peinado
Permanente también es el nombre que recibe un tipo de peinado que busca mantener ondas en el cabello durante un periodo temporal amplio. Lo que hace una permanente es mantener el rizado (las ondulaciones) del cabello a partir del uso de productos químicos y de ciertos patrones (como varillas, tubos, etc.) para que la forma se conserve.
A través de la permanente, primero se rompe la estructura natural del cabello y después se fomenta una nueva reestructuración con las formas deseadas. Más allá de su nombre, lo cierto es que la permanente no dura por siempre, sino que su permanencia en la cabellera dependerá de diversos factores (como el tipo de pelo o la frecuencia de los lavados).
La permanente es un peinado que busca conservar el rizado del cabello.
Permanente en las pestañas
La moda no tiene límites: todos los productos que han salido en las últimas décadas para modificar el aspecto de las pestañas y simular un incremento en su volumen no presentan riesgos importantes para la salud, pero lo mismo no puede decirse de la permanente ya que, en el peor de los casos, puede causar ceguera. Claro que la popularidad que este tratamiento tiene en la actualidad no parece reflejar sus potenciales consecuencias.
A simple vista, la permanente en las pestañas es simplemente un servicio más de los tantos que pueden solicitarse en los salones de belleza: un técnico especializado se encarga de adherir un rodillo esponjoso a las pestañas de sus clientes, habiendo colocado previamente gasas en la zona inferior de los ojos para protegerlos de un eventual derrame de líquido; se deja asentar el producto durante el tiempo indicado y, listo. Sin embargo, en menos de un día pueden aparecer ciertos síntomas que cubran de nubes la alegría por el nuevo aspecto.
Riesgos del procedimiento
Uno de los efectos secundarios es una molesta sensibilidad en los ojos; no se debe olvidar que los productos químicos utilizados durante una permanente son peligrosos cuando entran en contacto con la piel por períodos extendidos de tiempo y mucho más si alcanzan la retina.
Por otro lado, para las personas afortunadas que no pierden la vista ni sufren reacciones alérgicas, existe otra desventaja: las pestañas que se someten a la permanente caen en dos meses, en lugar de cinco, por lo cual se retrasa su renovación; además, se debilitan y se vuelven quebradizas.
Dados los riesgos que acarrea la permanente en las pestañas, ¿por qué tantas personas optan por este tratamiento? La respuesta es tan sencilla como absurda: les ahorra el tiempo de rizárselas todas las mañanas con productos tradicionales y es muy resistente al agua. En resumen, la comodidad de no tener que invertir unos minutos más al día justifica la considerable diferencia en dinero y la posibilidad de perder la vista o de tener que lidiar con una alergia en los ojos, entre otras cuestiones negativas.
En cualquier caso, para aquellas personas que no puedan resistirse a las ventajas de la permanente en las pestañas, se recomienda que acudan a un profesional especializado en lugar de intentar hacer el tratamiento en sus casas.