Definición de periplo

“Periplous” este es el término griego del que se considera que emana, etimológicamente hablando, la palabra periplo que forma parte del castellano. Aquel se encuentra compuesto de dos partes claramente diferenciadas:
• El prefijo “peri-“, que puede traducirse como “alrededor”.
• El verbo “plous”, que es sinónimo de “navegar”.

Un periplo es una travesía, un itinerario o una marcha que se desarrolla y que, por lo general, retorna al lugar de origen.

Por ejemplo: “El periplo duró quince horas, pero finalmente pudimos llegar al arroyo”, “Desde que abandoné el país, realicé un periplo sin pausa que me llevó a vivir en ocho ciudades diferentes”, “No estoy dispuesto a acompañarte en un periplo semejante”.

No podemos pasar por alto tampoco la existencia de una publicación llamada “Periplo”. Es una revista española que gira en torno al mundo del arte, concretamente de la pintura, de la música y de la literatura.

Asimismo existe lo que se conoce como Festival Periplo. En la ciudad del Puerto de la Cruz, en Tenerife, es donde se lleva a cabo este citado evento que es llamado oficialmente como Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras.

Se celebra en el mes de septiembre y en 2013 comenzó su andadura aquel, cuya programación se encuentra compuesta por todo tipo de presentaciones de libros, de conferencias a cargo de ilustres autores a nivel mundial, de conciertos de diferentes estilos musicales e incluso de interesantes rutas escenificadas que permiten a los participantes conocer en mayor profundidad la ciudad donde se desarrolla.

La noción de periplo también puede emplearse de manera simbólica, en referencia al viaje espiritual que lleva a cabo un individuo. El periplo, en este sentido, puede vincularse a la búsqueda que realiza un ser humano en lo referente a la espiritualidad, mientras intenta acercarse a Dios, a la Verdad o a la Iluminación.

Otro uso del concepto se asocia a un documento de la antigüedad que recopilaba comentarios realizados por quienes surcaban los mares. La intención era que esta especie de diario de viaje sirviera para quienes realizaran un recorrido similar en el futuro. El periplo, de este modo, incluía información sobre los diversos puertos, las distancias, las características de la costa y otros datos de interés para los navegantes.

Los periplos, en definitiva, tenían una finalidad práctica: el navegante contaba qué era lo que veía en su viaje para que aquellos que siguieran sus pasos supieran con qué iban a encontrarse. Hoy puede asociarse este tipo de publicación a los derroteros.

El Periplo de Nearco, el Periplo de Hannón y el Periplo de Scymnus de Quíos son algunos de los periplos de la antigüedad más famosos.

Periplo de Pseudo-Escílax es uno de los más antiguos que existen. Está datado entre los siglos IV y III a.C y viene a relatar un viaje que fue realizado tanto por el mar Mediterráneo como por las costas de África.

De la misma manera, destacan el Periplo del Ponto Euxino de Arriano, el Periplo por el mar de Eritrea o el Periplo anónimo del Ponto Euxino.

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