Definición de pellejo
El concepto de pellejo tiene varios usos. Para poder adentrarnos en su significado hay que conocer su origen etimológico. Así, podemos indicar que es una palabra que deriva del latín, exactamente de “pelle”, que puede traducirse como “piel”.
La primera acepción que indica el diccionario de la Real Academia Española (RAE) refiere a la piel de un animal, sobre todo si ha sido desprendida del cuerpo.
Pellejo, por lo tanto, puede emplearse como sinónimo de cuero. Se trata de la cobertura de la carne o de la piel ya extraída, curtida y preparada para distintos usos.
Por sus propiedades, el pellejo se utiliza con múltiples fines. Gracias a su flexibilidad y su resistencia sirve como materia prima para fabricar ropa, zapatos, alfombras y otros productos.
También se llama pellejo u odre a una vasija que posibilita el almacenamiento y el transporte de líquidos. Este elemento tenía una gran importancia en la antigüedad debido a que ayudaba a evitar los derrames y las evaporaciones.
Los pellejos, elaborados generalmente con cuero de cabra o de oveja, se destinaban a la contención de sustancias como el aceite o el vino. Además podían albergar agua, leche y otros fluidos.
El pellejo u odre de vino tenemos que establecer que es uno de los recipientes más antiguos que existen en la historia. Y es que el ser humano lo ha utilizado desde hace miles de años. Buena muestra de eso es que ya en el Antiguo Egipto o en la Antigua Grecia ya se empleaba.
En la actualidad es usado, sobre todo, durante romerías y peregrinaciones al tiempo que también en bodegas. Asimismo, hay que establecer que hoy su fabricación es absolutamente artesanal y se realiza por profesionales que están especializados en el curtido de pieles.
Es importante mencionar que, en las últimas décadas, muchas personas tomaron conciencia sobre la crueldad que acarrea el acto de matar a un animal para obtener su pellejo. Por eso existe un movimiento cada vez más extendido que desalienta el uso de cuero.
La idea de pellejo, por otro lado, puede referirse a la piel del ser humano. En este caso se reconocen dos grandes capas: la epidermis (el nivel superficial) y la dermis. El tejido subcutáneo o hipodermis, en tanto, se halla debajo de la dermis.
Por último, se nombra como pellejo a la piel o cáscara de ciertas hortalizas y frutas. Este pellejo puede ser comestible o aprovecharse de diversas maneras.
Asimismo, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de un refrán popular en España que usa el término que nos ocupa. Nos estamos refiriendo al que dice: «Mientras más viejo, más pellejo». Este no significa que mientras que se es más mayor se tiene más piel caída. En concreto, se usa para indicar que conforme una persona se va haciendo más vieja resulta ser más pilla, más ‘resabiada’ e incluso que puede tener más malas intenciones.
De la misma manera, también está la locución adverbial coloquial “jugarse el pellejo”. Esta puede traducirse como “arriesgar la vida”. Un ejemplo sería: «A Manuel le gusta jugarse el pellejo practicando deportes extremos como el puenting o el paracaidismo”.