Definición de neumático
El vocablo griego pneumatikós llegó al latín como pneumatĭcus, que a su vez derivó en nuestra lengua en neumático. Como adjetivo, neumático alude a aquello cuyo funcionamiento es posible gracias al aire o a algún otro tipo de gas.
Una máquina neumática, en este marco, es un dispositivo que se utiliza para la extracción de un gas de un recinto cerrado. A la bomba que extrae y/o comprime el aire, en tanto, se la denomina bomba neumática.
Un martillo neumático, por otra parte, es una herramienta de percusión que, apelando al aire comprimido, se emplea para realizar perforaciones en el pavimento, en el asfalto o en otro tipo de material. También podemos encontrar referencias a una campana neumática, que es una cámara aislada de su entorno en la cual es posible regular la presión del aire.
Más allá de estas nociones, el uso más frecuente de neumático es como sustantivo. Se llama neumático al elemento de caucho que, en un vehículo, se coloca sobre la llanta de una rueda. El neumático puede contar con cámara de aire.
Es importante mencionar que la rueda es un objeto mecánico de forma circular que gira en torno a un eje. La rueda dispone de una pieza de metal en su centro que recibe el nombre de llanta, sobre la cual se monta el neumático. En los países americanos, de todos modos, llanta y neumático suelen usarse como sinónimos.
Si bien la rueda es un invento antiquísimo, la idea de recubrirla de caucho data del siglo XIX, época en la cual se usó goma natural en ruedas de acero o madera. En 1839, Charles Goodyear descubrió un proceso para reforzar el caucho: la vulcanización.
El neumático, en definitiva, optimiza el contacto de la rueda con la superficie gracias a la fricción y la adherencia. De esta manera resulta posible guiar y frenar el vehículo de manera confiable.
A pesar de que a simple vista todos los neumáticos sean prácticamente iguales, existen varios tipos, que se pueden clasificar usando diferentes criterios. Si los agrupamos según su construcción, entonces hay tres: los diagonales, los radiales y los autoportantes.
El neumático diagonal presenta varias capas en su construcción que se apilan precisamente de manera diagonal. Las capas usadas en la fabricación de un neumático de este tipo están compuestas de tejido y se cruzan de forma alternada con un ángulo aproximado de 45 grados a medida que se van colocando unas sobre otras. La cantidad ronda las seis para un turismo y alcanza las doce en un camión. Esta tecnología le brinda al producto final una importante rigidez aunque lo vuelve inestable en sus costados.
Por otro lado se encuentra el neumático radial, que se compone de capas apiladas en línea recta, sin ninguna inclinación. Hasta mediados de la década de 1950, el diagonal era el más usado, pero su popularidad comenzó a decrecer cuando apareció el radial, ya que permite disociar absolutamente las funciones del flanco y la cima, brindando mayores rigidez y estabilidad a nivel general.
La forma en la que las capas se colocan en un neumático radial forman una suerte de tubo que se recubre con tejidos metálicos cruzados. De esta manera, el flanco goza de más flexibilidad y ligereza, algo que vuelve el producto más seguro y duradero, ya que se calienta menos y maximiza el contacto con el suelo.
El tercer tipo de neumático tomando en cuenta su construcción es el autoportante, el cual se obtiene colocando las capas de manera similar a la radial, es decir en línea recta y sin inclinación, pero haciendo lo mismo en los flancos. Todo esto vuelve más resistente la cubierta, pero también aumenta su rigidez. Se usa en coches deportivos, ámbito en el cual ofrece la posibilidad de girar sin presión de aire a una cierta velocidad sin que se vea afectada su forma.