Definición de murmullo
El vocablo del latín tardío murmurium llegó al castellano como murmullo. Así se denomina al ruido que se produce al hablar, sobre todo cuando no resulta posible entender aquello que se está expresando.
Por ejemplo: “Creo que hay alguien afuera: hace una hora que estoy escuchando un murmullo…”, “¡Silencio, alumnos! No quiero oír ni un murmullo en el salón”, “Los murmullos de la pareja molestaron al hombre que estaba sentado detrás y que solo pretendía disfrutar la película en paz”.
Cuando dos personas que comparten un mismo idioma están hablando, pronuncian palabras que ambos identifican y comprenden sin ningún problema. Sin embargo, si hay un tercer individuo ubicado algo alejado de quienes conversan, es probable que no llegue a distinguir lo que dicen. Este tercer sujeto, por lo tanto, percibe un murmullo: un ruido del cual no logra extraer un significado.
Los interlocutores que hablan en voz baja suelen producir murmullos, ya que los demás no pueden captar sus palabras. Por extensión, es habitual que se use la idea de murmullo para aludir a una expresión que se realiza con poca intensidad.
En este marco es necesario hablar de una confusión muy extendida al hablar del sonido: las palabras volumen e intensidad no significan lo mismo. A menudo decimos que «subimos o bajamos el volumen de la música», aunque esto no es del todo cierto: incrementamos o disminuimos su intensidad, ya que el volumen es el tamaño que es capaz de ocupar el sonido a causa de varios factores, como ser las características del instrumento (que puede ser la voz humana), de su proyección y de los resonadores.
Las voces, por ejemplo, se pueden calificar según el rango de notas que son capaces de producir (bajos, barítonos, tenores, contraltos, mezzosopranos y sopranos), pero también según su tamaño; en este caso no existen términos tan definidos, sino que se recurre a adjetivos tales como «pequeña», «mediana» o «grande». Una voz pequeña no se oye con claridad desde las butacas más alejadas del escenario mientras que una grande puede llenar el teatro con facilidad. Dicho esto, al escuchar una grabación no podemos alterar esta cualidad de una voz, sino simplemente la intensidad de la reproducción.
El concepto de murmullo, por otra parte, se emplea con referencia a un ruido difícil de identificar o que se escucha en continuado: “El murmullo del río era lo único que rompía la quietud de la noche”, “La cascada debe estar cerca; ya puedo escuchar el murmullo del agua”, “Desde la casa de mi tía se oye a toda hora el murmullo de los automóviles que circulan por la autopista”.
En el canto popular existe una forma de usar la voz que algunas personas denominan murmullo o susurro, ya que consiste en emitir sonidos poco definidos y con una excesiva carga de aire. Esto puede tomarse de dos maneras: como un error técnico en un intento de producir un sonido poco intenso; como una decisión estética.
Los cantantes populares no suelen educar sus voces de forma académica, y esto repercute en que se deterioren en pocos años, contra las décadas que dura una voz de ópera, por ejemplo. Sin embargo, una de las ventajas de la falta de técnica es la libertad para explorar diferentes sonidos y colocaciones, sin miedo a ir en contra de la estructura.
Pues el murmullo es un claro ejemplo de esta experimentación que tanto caracteriza a los cantantes populares. Una de las bases del canto lírico es el control del aire para usar solamente la cantidad necesaria; a menos que la interpretación lo exija, una voz bien educada debería producir un sonido claro y cristalino. Se cree que de lo contrario las cuerdas vocales sufren un desgaste innecesario y, de hecho, se ven forzadas a funcionar de manera antinatural.