Definición de mensual
Mensual es un adjetivo que procede del vocablo latino mensualis. El término se utiliza para hacer mención a aquello que dura un mes o que sucede o se repite cada mes. Por ejemplo: “El médico me sugirió realizar un control mensual”, “El gerente propuso una reunión mensual para la evaluación de los resultados”, “El pago es mensual, pero si tienes algún problema, puedes solicitar un adelanto”.
Para entender la noción de mensual, hace falta comprender qué es un mes. Del latín mensis, un mes es uno de los doce periodos en que se divide un año. Nuestro calendario (el calendario gregoriano) establece que cada año se divide en doce meses: enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
Si una persona vive en Montevideo y viaja todos los meses a Punta del Este, podrá decirse que realiza una visita mensual a dicha ciudad. Al finalizar el año, por lo tanto, habrá acumulado doce visitas a Punta del Este.
El concepto de mensual tiene una gran importancia en nuestra vida, ya que el calendario en el que nos basamos para organizar el año está dividido en meses, cada uno de los cuales comienza por el día 1, como si se tratara de pequeñas eras, trozos de nuestro tiempo que, inevitablemente, llegarán a su fin y darán lugar a uno nuevo.
Se conoce como mensualidad a una cantidad que se paga mensualmente o al salario de un mes. Un niño que recibe una mensualidad de cien pesos percibirá dicho monto de manera mensual. Si sus padres le prometen que recibirá su mensualidad cada día 5, el pequeño sabrá que en dicha fecha tendrá acceso a su dinero mensual.
En algunos países, se califica como mensual al peón que es contratado por meses para desarrollar ciertos trabajos en el campo. Se diferencia, de este modo, del jornalero (que trabaja a jornal y cobra por día).
Ciertas publicaciones, tales como revistas y boletines, se emiten de forma mensual, generalmente con una fecha estimativa que sólo varía si ha existido alguna complicación o imprevisto. Antes de la era de Internet, en la cual vivimos actualmente, la gente no tenía un acceso constante a la información y a los productos de su preferencia, sino que debía aceptar inevitablemente los periodos de publicación de los medios de comunicación en formato físico y de transmisión de los programas de televisión y radio.
La espera de cuatro semanas, que hoy parece imposible de imaginar, hacía de una revista mensual, por ejemplo, un objeto ansiado; su tirada podía significar un regalo para sus lectores, que la esperaban cada mes como si se tratara de la visita de un ser querido. Esto tenía ciertas desventajas, como es de esperarse, porque las editoriales debían condensar todas las noticias de cada mes en un sólo número, lo cual imposibilitaba el acceso a la información de última hora.
En el caso de publicaciones especializadas, ya sea de temas como el automovilismo o los videojuegos, si existía un evento de gran importancia para la campo tres semanas antes del número siguiente, los lectores recibían la cobertura con un retraso importante, salvo raras ocasiones en las que se imprimiera una tirada extraordinaria.
Una vez más, esto tenía su lado positivo, ya que generaba una mayor expectativa y hacía que el trabajo periodístico fuese más respetado: una revista mensual de cien páginas no se tiraba a la basura después de hojearla durante un par de minutos, como sí suele suceder con los sitios web. Además, dado que existía un nivel de competencia mucho menor que en la actualidad, incluso dos publicaciones similares podían ofrecer puntos de vista realmente diferentes y auténticos.