Definición de membresía
Membresía es una adaptación del vocablo inglés membership. La noción, que también puede escribirse como membrecía según lo aceptado por el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se emplea en el continente americano para aludir a la condición de integrante de una agrupación u organización.
Contar con una membresía de una cierta de entidad, por lo tanto, equivale a ser miembro de la misma. La idea refiere a un grupo específico de individuos que comparten determinados privilegios y derechos, los cuales no están disponibles para quienes se encuentran afuera del conjunto en cuestión.
Una membresía permite integrar una organización, una entidad o un grupo.
Membresías pagas y gratuitas
Los medios digitales suelen apelar al concepto de membresía cuando cobran por el acceso a sus contenidos. Mientras que todos los visitantes de un sitio web pueden leer algunas notas o fragmentos de ellas, solo quienes pagan la suscripción y se convierten en miembros tienen la posibilidad de disfrutar los contenidos sin límites ni restricciones. La membresía, en este caso, marca la diferencia entre una lectura acotada y otra mucho más completa.
Es importante destacar que la membresía puede ser gratuita. Supongamos que una cadena de supermercados decide crear una comunidad de clientes y lanza una membresía con ofertas especiales y promociones para sus miembros. Así, aquellos que pretenden contar con esos beneficios deben completar un formulario con sus datos y, de este modo, obtienen la membresía sin cargo. La iniciativa le permite a la compañía llegar con sus propuestas directamente a personas que están interesadas en sus productos, mientras que los suscriptores cuentan con ventajas frente a aquellos que no tienen la membresía.
Muchos medios digitales brindan acceso a sus contenidos solo a quienes pagan una membresía.
La fidelización
Dicho de otra manera, los usuarios o clientes que acceden a la membresía pasan a formar parte de un grupo especial, de una categoría superior, por así decirlo, al resto. Tan sólo esto puede resultar muy tentador para ellos, como un incentivo extra para seguir comprando en la misma tienda. Y esto nos lleva al concepto de fidelización: conseguir que los clientes se vuelvan «leales» a una marca, servicio o producto por medio de ciertos privilegios que son recíprocos a su relación con la empresa.
La membresía abre las puertas a una serie de ventajas para ambas partes, que bien pueden darse de forma implícita, sin que tenga lugar ninguna suscripción, simplemente por medio de descuentos eventuales cada vez que el cliente acumule un cierto importe en sus compras. Sin embargo, hacerla oficial mediante la entrega de una tarjeta, o de procesos como la acumulación de puntos y la entrega de cupones de descuento la vuelven mucho más atractiva para el cliente y le generan una sensación de responsabilidad.
Beneficios de la membresía
A simple vista, esta estrategia es bastante sencilla: una empresa les brinda a sus clientes la posibilidad de acceder a una categoría más alta de la normal, ya sea a cambio de un pago o de forma gratuita, pero siempre con la promesa de darles acceso a un cierto número de ofertas especiales, como ser descuentos en los productos y servicios o recompensas más eventuales en forma de premios que pueden no formar parte del catálogo.
De fondo, más allá del lazo simbólico que establece la empresa con el consumidor, debe existir un sistema de variada complejidad. Por un lado, es necesario planificar el modo en el que se materializará la membresía: con una tarjeta física, con acceso a un panel de control en Internet, usando una aplicación en el móvil, etcétera. Pero también es importante mantener vivo el interés, y para eso existen las promociones de duración limitada, que pueden o no estar relacionadas con ciertas festividades nacionales o internacionales: descuentos en Black Friday o Navidad, por ejemplo, con beneficios añadidos para los miembros.