Definición de meandro
Meandro procede del latín Maeander, a su vez derivado del griego Maíandros. Así se denomina, en dicha lengua, a un río del continente asiático cuyo curso se caracteriza por su sinuosidad.
Las curvas del río
Se denomina meandro, en este marco, a cada curva que traza un río en su curso. Por lo general los meandros se desarrollan en aquellos cursos que atraviesan una llanura aluvial con poca pendiente.
Los meandros suelen originarse en el tramo inferior del río
Lo habitual es que, en el sector cóncavo del meandro, la orilla retroceda y se registre un proceso de erosión por acción de las fuerzas centrífugas. En el área convexa, en cambio, la orilla tiende a avanzar. Al combinarse el repliegue en la parte cóncava con el adelanto del tramo convexo se va desarrollando el curso.
Mayoritariamente los meandros se generan en el tramo inferior de un río. La erosión, en este marco, crece en la parte externa de la curva ya que se registra una mayor velocidad. En el borde interno del río, por el contrario, se acumulan los sedimentos porque la escasa velocidad impide arrastrarlos.
Clases de meandros
Existen distintas clases de meandros. Con una pendiente acotada, y frente a los sedimentos de las orillas, el río serpentea con meandros divagantes. Si se produce una elevación tectónica, la erosión se retoma hacia abajo y aparecen los meandros encajados. El entrecruzamiento de meandros, en tanto, produce meandros abandonados cuando se quedan sin corriente activa.
El meandro divagante es el más común en el curso inferior y su existencia nos habla de un valor muy escaso de pendiente. El encajado, por otra parte, incluye un proceso que se conoce con el nombre de rejuvenecimiento, el cual comienza cuando la erosión se retoma en sentido descendente. El tercer tipo de meandro antes mencionado es el abandonado, el cual se origina luego del entrecruzamiento de varios meandros a causa de su crecimiento: el abandonado pierde su corriente porque los demás cortan uno de sus bucles.
Teorías relacionadas
Comencemos por la teoría estocástica, según una de cuyas formulaciones afirma que el tren de meandros surge de las fluctuaciones estocásticas en su flujo a causa de la existencia arbitraria de cambios en su dirección por los obstáculos que se encuentra en su curso. El término estocástico se define como un sistema de comportamiento no determinista.
Las regiones donde la pendiente es escasa presenta la formación de meandros que en muchos casos no es azarosa, sino que se ubican hacia el Este como resultado de la rotación del planeta y a la alteración en la energía disipada que se desprende de tal movimiento.
La teoría estocástica defiende cambios arbitrarios en la dirección
Por otro lado tenemos la teoría del equilibrio, según la cual el meandro atraviesa una disminución hasta que se puede observar un equilibrio entre la facilidad con la que se puede erosionar el suelo y la capacidad de la corriente para transportar agua y depósitos. Toda masa que desciende tiene que perder su energía potencial al interactuar con el material que se encuentra en el lecho.
La teoría geomórfica/morfotectónica, en tanto, hace referencia a dos puntos: la estructura del terreno y la de la roca, entendida como la placa tectónica. Estas características no son azarosas, por lo cual tampoco lo son los caminos por los que conducen los arroyos. Los meandros, de acuerdo con esta teoría, se forman por los obstáculos posibles de prever y de este modo se desvía el cauce.
Otras acepciones
La Real Academia Española (RAE) incluye además otras dos acepciones a esta palabra. Por un lado, nos indica que así también se llama al trazado de un camino. En el ámbito de la arquitectura, por otro lado, se habla de meandro para hacer referencia al adorno basado en la repetición de líneas sinuosas.