Definición de masaje
Del francés massage, masaje es la actividad que consiste en frotar, presionar o golpear con un cierto ritmo e intensidad diversas partes del cuerpo con fines terapéuticos, estéticos o deportivos.
Por ejemplo: “¿No me das un masaje? Me duele mucho la espalda”, “Quiero ir a un spa para que me hagan masajes”, “Siempre tuve dolores en los pies, pero los masajes me ayudan a sentirme mejor”.
El masaje puede considerarse como una técnica, un arte o hasta una ciencia, ya que implica cuestiones biológicas, médicas, psicológicas y de otros ámbitos. Se considera que los masajes pueden ayudar a la relajación muscular, a aliviar dolores y a inducir el sueño.
Los masajes pueden cumplir con múltiples funciones. Hay masajes terapéuticos (que mejoran la circulación, contribuyen a recuperar la movilidad y reducen las dolencias), masajes fisiológicos (alivian el cansancio), masajes deportivos (preparan al deportista para la competición), masajes relajantes (brindan confort y regulan la tensión), masajes preventivos (relajan una zona tensa que puede derivar en una lesión), etc.
Es importante destacar que los masajes terapéuticos deben ser realizados por expertos ya que, de lo contrario, pueden perjudicar a quien los recibe. Las mujeres embarazadas, quienes acaban de salir de una intervención quirúrgica y aquellos que sufren enfermedades vasculares inflamatorias o infecciones no deberían recibir masajes.
Se conoce como masaje erótico o masaje sensual a aquel que se desarrolla con la finalidad de promover la excitación y propiciar placer sexual. Dichos masajes no sólo se realizan sobre las zonas genitales, sino que pueden estimular la libido desde otras regiones corporales.
Como se menciona en párrafos anteriores, la relajación es tan sólo uno de los tantos beneficios que puede ofrecer un masaje, y es recomendable siempre acudir a una persona capacitada técnicamente en este campo, para evitar potenciales lesiones de variada gravedad. Además de la destreza física del masajista, de su forma de hacer contacto con el cuerpo del paciente, existen productos que resultan especialmente útiles en este ámbito: los aceites esenciales.
Entre las ventajas de los aceites esenciales usados en un masaje se encuentran sus beneficios para la piel, como pueden ser la nutrición y la hidratación. A continuación, se mencionan diez de los mejores aceites, destacando sus principales virtudes:
* almendra: es muy rica a nivel nutritivo y también posee un alto grado de minerales, vitaminas A y E, proteínas y, no menos importante, una gran concentración de ácidos grasos esenciales;
* enebro: posee un efecto tonificante para la piel, es conocido por reafirmar el busto y por provocar una importante estimulación al aparato circulatorio;
* lavanda: se utiliza con varios objetivos, como ser el tratamiento de dolores reumáticos (acción calmante) y de hipertensión, para aliviar infecciones cutáneas, picaduras de insectos y heridas (acciones antiséptica y cicatrizante);
* melisa: tiene un gran poder sedativo y relajante, ideal para combatir el nerviosismo y la ansiedad;
* sándalo: agrega al masaje el beneficio de la hidratación de la piel;
* aloe vera: además de hidratar la piel, actúa regulando su humedad y promoviendo su elasticidad y su suavidad;
* manzanilla: también conocida con el nombre de camomila, resulta muy útil en combinación con un masaje, ya que ayuda a superar problemas en los músculos, típicos de las malas posturas y del ejercicio intenso. Por otro lado, sirve para tratar el insomnio y la ansiedad;
* eucalipto: se utiliza para relajar la piel del cuerpo y del rostro, además de aliviar reuma, artritis y problemas musculares;
* cítricos: sirven para dispersar las energías negativas. El azahar, por su parte, también posee propiedades afrodisíacas;
* orquídea: un masaje con aceite esencial de orquídea ayuda a hidratar y relajar la piel.