Definición de maleable
Maleable es un término que procede del vocablo latino malleus (“martillo”). Se trata de un adjetivo que permite calificar a un material al que se le puede dar distintas formas sin quebrarlo o romperlo.
La maleabilidad, por lo tanto, es una propiedad de la materia que puede ser labrada por deformación. En el caso de los metales, la maleabilidad es una propiedad similar a la ductilidad, aunque con diferencias específicas. El metal maleable puede batirse y extenderse en láminas o planchas delgadas. El metal dúctil, en cambio, permite obtener hilos. Cabe destacar que ambas propiedades (maleabilidad y ductilidad) no suelen encontrarse en el mismo material.
Los metales maleables, por lo general, pueden ser cortados o doblados cuando se ejerce una determinada presión. Esto los convierte en materiales útiles para soldaduras, por ejemplo. La escasa susceptibilidad a la corrosión y al óxido son otras características dadas por la maleabilidad.
Entre los materiales maleables más comunes se encuentra el aluminio, ya que permite obtener lo que se conoce como papel de aluminio (utilizado para la conservación de alimentos) o usarse para la fabricación de envases de tetra-brik.
En el lenguaje cotidiano, la maleabilidad está vinculada a la permeabilidad (que puede ser traspasado o penetrado con facilidad). Una persona maleable o permeable, en este sentido, es aquella que se deja influir por las opiniones ajenas o que resulta fácil de persuadir y convencer: “Renata es maleable: déjame hablar con ella y, en unas pocas horas, la tendremos de nuestra parte”, “Es un hombre muy maleable, que siempre se adapta a su entorno”.
Una persona maleable no necesariamente carece de ideas y convicciones bien definidas, sino que en muchos casos no cuenta con la fuerza suficiente para imponerlas en un grupo y prefiere ceder ante las presiones externas para no disgustar a los demás.
Material maleable que se endurece al vacío
Científicos del Centro de Investigación Aplicada Tecnalia Research & Innovation han desarrollado un material inteligente denominado Varstiff, que puede cambiar de forma fácilmente, gracias a su maleabilidad. Pero el detalle que lo vuelve revolucionario es que cuando se le realiza una aplicación de vacío se endurece al punto de presentar una rigidez tal como la del plástico. Como si esto fuera poco, cuando se elimina el vacío, el Varstiff vuelve a su estado original.
Entre las primeras utilidades que los investigadores encontraron a este innovador material se encuentra la inmovilización de ciertas partes del cuerpo (tales como la espalda, el tórax o el cuello) a víctimas de accidentes en el lugar de los hechos: dada su maleabilidad, este material puede adaptarse con gran facilidad a las distintas formas y posturas de una persona, y su uso en emergencias disminuiría el riesgo de daños durante la manipulación de los pacientes.
La ortopedia es otro de los campos en los cuales resultará beneficioso el Varstiff, reemplazando las bandas elásticas con cierres de velcro y las almohadillas hinchables utilizadas hasta el momento, ya que la fuerza que estas ejercen sobre la piel las vuelve menos cómodas y carecen de la rigidez ideal para los problemas que tratan.
En el caso de la automoción, este material podría aprovecharse para crear asientos que se adaptaran al cuerpo de cada persona, brindando más comodidad y mejorando la postura. Asimismo, en las puertas se podrían desarrollar sistemas de absorción de energía y separadores flexibles para los maleteros.
Las aplicaciones del Varstiff se ven limitadas tan solo por la imaginación; además de la salud y la comodidad, sus creadores han evaluado alternativas relacionadas con el ocio al aire libre (mesas y sillas flexibles) y el deporte de alto riesgo o la seguridad pública y privada (accesorios de los uniformes que brinden mayor seguridad a sus usuarios y que sean fácilmente transportables).